Opinión… Por las dudas

Carlos Heller

La Argentina necesita avanzar en la contención de los precios. Es importante tener políticas de ingresos que intenten recuperar lo perdido, pero no se puede ir continuamente corriendo por detrás. Lo que hay que hacer es tratar de impedir que la recomposición salarial se traslade a precios. Los “acuerdos de caballeros” no alcanzan por sí solos para resolver el problema de fondo, que es la puja. El Estado debe estar detrás del cumplimiento, regular y hacer uso de las herramientas que tiene a disposición (o creándolas si hiciera falta) para identificar y evitar las subas injustificadas y aplicar punitivos. Todo ello sin dejar de tener en cuenta que no resulta fácil, dados los fuertes intereses que se encuentran detrás de estos comportamientos. Respecto de los factores subjetivos que inciden en los precios, no está de más recordar que los comercios y las empresas remarcan ante un eventual recambio de funcionarios. Este tipo de “expectativas” no son inocuas, ya que los precios suben “por las dudas” pero luego no se ajustan a la realidad, es decir, no bajan. Fue lo que ocurrió, por ejemplo, durante gran parte de las negociaciones por la deuda, cuando se decía que los precios seguían al dólar ilegal. Ahora que la brecha cambiaria se viene reduciendo producto de que Argentina ha incorporado reservas por el desembolso que hizo el Fondo Monetario, y no hay vencimientos en el mediano plazo, los sobreprecios aplicados también “por las dudas” deberían tender a la baja. Muchas otras variables también indican que la inflación debería reducirse. La economía viene creciendo y sin utilizar la totalidad de la capacidad instalada en las empresas, con lo cual tampoco se justifican tan elevados aumentos de precios. Un caso que conviene analizar es el del sector agroexportador, uno de los más concentrados de nuestra economía. Las liquidaciones de divisas por exportaciones de cereales y oleaginosas y sus derivados alcanzaron tanto en marzo último como en el acumulado del primer trimestre registros máximos históricos para el sector. En ese sentido, las empresas agroexportadoras liquidaron el mes pasado US$2.984 millones (+7,6% interanual), mientras que la cifra correspondiente al primer trimestre asciende a US$ 7.926 millones (+17,9% interanual). Esa rentabilidad, producto principalmente de las condiciones internacionales en el marco de la guerra, debe ser administrada por el Estado para que no se traslade a los precios y termine una vez más perjudicando a los consumidores finales.