Los últimos reportes de la situación epidemiológica y sanitaria arrojaron números que inquietan, sobre todo por cuanto el nivel de ocupación de camas es superior al 90 %, en tanto que en Terapia Intensiva también se llega al 90% de camas ocupadas. La cifra asusta, incluso en un nosocomio acostumbrado a trabajar “a cama caliente”.
Es que se le suma algo que no aporta a la estadística pero sí genera un efecto de percepción: en el Hospital se ve más gente concurriendo a realizarse test; los números de casos en crecimiento se empiezan a ver en muchas ciudades cercanas, el agotamiento del personal de salud es real y, finalmente, pero no menor, el efecto TV: las imágenes y testimonios de hospitales desbordados en metrópolis de todo el mundo y el efecto de la segunda ola en Argentina hacen que los números casi en rojo repiqueteen preocupantes en los ciudadanos.
La palabra “colapso” se escucha reiteradamente, y esa preocupación, real para los sanitaristas de la ciudad, también se refleja en las reuniones del Comité de Emergencia Sanitaria local.
Una realidad y datos que inquietan
