Luego de casi un mes, los empleados que gestionaron y custodiaron la central nuclear de Chernóbil desde la invasión rusa lograron este lunes ser sustituidos por otro turno. No obstante, 13 de los técnicos y la mayoría de los guardias de seguridad decidieron quedarse, según un comunicado del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
Rusia ocupó la central, escenario en 1986 del peor accidente nuclear de la historia, a las pocas horas de la invasión, y, según las autoridades ucranias, impidió la salida de los empleados, que tuvieron que quedarse durante los 26 días de la guerra. Las autoridades ucranianas habían acusado que las tropas rusas obligaron a los empleados a trabajar sin parar tras tomar control de la planta y a grabar mensajes de propaganda.
Pero el reemplazo también se dificultó por los daños provocados en las rutas y puentes que rodean la central. El nuevo turno, según el OIEA, tiene dos supervisores en lugar de uno para asegurarse de una rotación en caso de que haya más problemas. La organización internacional afirmó que se llegó a un acuerdo para futuras rotaciones de personal.
La OIEA busca ahora un acuerdo para todas las instalaciones nucleares de Ucrania, una tarea para la que el secretario general de la organización, el argentino Rafael Grossi, afirma que las negociaciones “continúan”.