Para “llegar a fin de mes”. Adulta mayor entrerriana canta en el Obelisco

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Llega a ganar unos 60 mil pesos por jornada con esta actividad.

Trabaja de jueves a domingos en la mítica esquina porteña.

Antes de tomar la decisión de cantar frente al Obelisco, Ámbar Ayelén Imoberdoff se puso el traje de figura. Pensó en el vestuario que utilizaría, el repertorio que cantaría y la ubicación exacta en la que se pararía junto a su carrito, su parlante y su micrófono.
Como Ámbar no la convencía también buscó un nombre artístico para su personaje. Eligió Julia, a secas, sin un apellido. Pensó también en un cartel para que su público, además de escucharla cantar, la conociera mejor.
“Hola, soy Julia. Tengo 72 años y soy jubilada. Canto para llegar a fin de mes”, escribió la mujer sobre un afiche de color blanco, pegado sobre un pedazo de cartón. Julia, fiel a su personalidad, le agregó al mensaje dos caritas sonrientes.
“Hace un año y medio que estoy cantando acá, en este lugar que es muy bonito y en donde la gente es apacible. Se prenden con todo lo que yo hago. Esta es mi felicidad”, expresó a TN.
Julia vive en la ciudad bonaerense de Guernica y de jueves a lunes, entre las 19 y las 21, se ubica en la esquina de Avenida 9 de Julio y Avenida Corrientes e interpreta una serie de canciones: “Tengo muchos problemas de salud y necesito la plata”. “Soy de Entre Ríos y vine muy joven a Buenos Aires. Llegué con el sueño de cantar o ser una estilista famosa, pero todo se detuvo porque tuve que empezar a trabajar. Lo hice desde muy joven en un hotel y luego empecé a estudiar para ser chef”, contó Julia.
“Eso fue lo mejor de mi vida, cocinar. Hacer rica comida en restaurantes. Trabajé durante casi 40 años, pero me tuve que jubilar con menos porque me robaron. Descubrí muchos años después que mis empleadores no depositaban los aportes y me daban recibos de sueldo truchos. Solamente me reconocieron 25 y otros 5 de moratoria, así que cobro la jubilación mínima”, narró la cantante.
Su rutina comienza en su casa de Guernica, la que compró junto a quien fue su pareja durante 28 años. “Él hace seis años que no está, era mayor de obras. Así que pudimos comprar una casa e ir reformándola”, indicó.
Julia sale a las 16 para tomar el tren y llega al centro a las 18.30. Toma un remis hasta la estación de tren para poder cargar el carrito con el parlante. Luego llega a Constitución y se sube al colectivo que la deja en el Obelisco.
“Estoy desde las 19 hasta las 21 porque después tengo que tomar el último tren para llegar a mi casa. Los sábados hago dos shows me voy a las 3 de la mañana. Como en McDonald’s, que es lo más barato, luego me tomo el colectivo y a las 4.20 estoy en Constitución para esperar el tren”, continuó.
La jubilada precisó que el último mes cobró $105.000 y un bono de $55.000 que lo gastó en tres días para comprar “carne, pollo y otras cosas”. “Acá la gente es muy generosa gracias a Dios. Durante un fin de semana puedo llegar a ganar $60.000. Gano más haciendo esto. Los lunes, martes y miércoles no vengo porque descanso”, sostuvo Julia.