Una cliente de un banco choca con un soldado durante una protesta frente a la sucursal del Fransabank, en Beirut. Los clientes exigen que se les permita retirar depósitos que han sido bloqueados por el gobierno en medio de una crisis financiera en la que la libra libanesa ha perdido alrededor del 90% de su valor frente al dólar estadounidense. Líbano sufre la peor caída de la economía de su historia; se espera que la tasa de desempleo aumente por encima de 40% en 2021, mientras la ONU prevé que la tasa de pobreza supere el 80%. Una serie de conflictos políticos, la especulación financiera, la pandemia y finalmente la explosión en el puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020 han sumido al país en una situación económica calificada de «desastrosa». El acceso a servicios básicos como la educación, la salud y el agua potable se han convertido en los problemas cotidianos de la mayoría de familias libanesas.