▌A propósito del Día del Padre y esa transmisión natural de aficiones, en Entre Ríos existen un puñado de familias con tres generaciones de jugadores que llegaron a la Primera División de sus respectivos clubes. Una alegría que se mantiene intacta.
Por Gabriel Baldi
Si los logros de un hijo alcanzan a llenar el corazón de cualquier padre de orgullo, no hace mucha falta imaginarse el significado que pueden tener para un abuelo, los objetivos cumplidos de su nieto.
La pasión muchas veces se gesta por una motivación personal o por vivencias compartidas con amistades, así como en tantas otras oportunidades, es heredada. En el rugby no hay excepciones y en diferentes ocasiones, un jugador continúa el trayecto deportivo que le sugiriera su papá y aunque en casos menores, por el mismo que transitara su abuelo.
El año pasado y esta temporada, tuvieron su estreno oficial en la Primera División del Club Tilcara de Paraná, Estanislao Arrías y Justo Ibaquez, respectivamente, cuyos antecesores, sus abuelos y sus papás, habían conseguido tal anhelo oportunamente.
Sueño cumplido
“Desde que uno llega al club y toma conciencia de la importancia que la institución tiene en tu vida, el sueño pasa a ser llegar a la Primera.
Cuando uno es chico, los jugadores de la Primera son tus ídolos, los ejemplos a imitar y de un momento a otro, te llega la oportunidad de estar ahí, debutando en el primer equipo… Al menos para mí, ese sábado de mi debut va a ser inolvidable”, indicó Estanislao.
“Fue un día de mucha satisfacción. Sin dudas fue un gran orgullo que Estani haya podido cumplir unos de sus sueños que era jugar en la primera del club”, expresó su papá, Sebastián. En tanto su abuelo Manuel, no ocultó su sensación y manifestó: “Me emocionó mucho más lo de Estani. Estoy más viejo y eso juega”.
Con el vigente Torneo Regional del Litoral, llegó el estreno en Primera División del medio scrum Justo Ibaquez, quien se ganó ese lugar de privilegio en el equipo paranaense.
Al igual que Arrías, el número 9, viene de una generación y familia muy ligada al rugby, donde su abuelo Guillermo y su padre, Gonzalo, también representaron a la entidad con el equipo principal.
Otros casos
Los debuts de Justo Ibaquez y Estanislao Arrías -quienes hoy conforman la pareja de medios de Tilcara-, se sumó a otros casos previos que hubo en Paraná de tres generaciones de una misma familia que se dieran el gusto de jugar a su debido tiempo, en el representativo principal de su club.
En Tilcara mismo, se encuentran los casos de Oscar ‘Cacho’ Cornejo, Juan y Tomás, cuyo paralelismo con los Arrías fue que cada generación compartió cancha en Primera.
También está el ejemplo de los Arnau, otro apellido de referencia en el ‘Verde’, que inclusive llegaron a la capitanía: Eduardo Arnau, Alejandro y Jerónimo.
En Estudiantes se destacan los Ferreyra: Manuel, Ramiro y sus hijos: Tomás y Álvaro. Tanto Manuel, como Ramiro y Tomás, fueron capitanes del CAE, en 1941, 1994 y 2021/21, respectivamente.
Por otro lado, hubo casos similares de generaciones que jugaran en Primera División pero de distintos clubes. Luis Dorigon jugó en Tilcara, mientras que su hijo Fabián y su nieto Sebastián, lo hicieron para Estudiantes. Del mismo modo, los Caíno. Raúl Alfredo, un emblema de la ‘Primera Porteña’ de Estudiantes. Lo siguió su hijo, Tomás, destacado tercera línea y sus nietos, en Rowing: Rodrigo, Agustín y Julián.
En tanto, los Ballesteros tuvieron la particularidad de lucir tres camisetas. Héctor Abel Ballesteros jugó en la histórica ‘Primera Porteña’; su hijo Pablo lo hizo en Rowing y luego en Tilcara y, sus nietos, Juan Ignacio -hoy, el mejor referee entrerriano- y Tomás, también hicieron lo propio en la entidad de Sauce Montrull.
Cabe resaltar que hasta el momento, no hubo casos similares en Concepción del Uruguay, en un deporte cuya llegada en Entre Ríos tuvo lugar hace casi un siglo.
