Así lo hicieron los integrantes de la ONG Infancia Compartida al sumarse a la convocatoria nacional.
En Concepción del Uruguay, los integrantes de Infancia Compartida, organización no gubernamental (ONG) que nuclea a las familias con procesos judiciales en lo que hace a la tenencia de menores (hijos, nietos o sobrinos), se presentaron oficialmente ayer en sociedad y, en adhesión a la convocatoria nacional, llevaron adelante su primera actividad: la de visibilizar su problemática y la de bregar por defender los derechos del niño. Lo hicieron por medio de una manifestación frente a los dos Juzgados de Familia de nuestra ciudad, en cuyas sedes entregaron sus cartas de presentación , expresando su predisposición al diálogo como instrumento esencial para la superación de los conflictos.
“Cada vez que se disuelve el vínculo de una pareja, el niño/adolescente o los niños/adolescentes son partes de una historia que tiene dos aristas. En ocasiones, las diferencias entre los adultos se pueden resolver en lo privado. Muchas veces, eso no sucede, por lo que se debe recurrir a la Justicia para que tome partido. Pero, sobre todo, lo que necesitamos, es que se defiendan los derechos de los niños, entre ellos el de completar y disfrutar su historia (con la familia materna y la paterna). Eso no se puede vulnerar, pues el chico no debe ser rehén ni perder el vínculo con ninguno de sus dos progenitores”, expresó Claudia Sabatino, una de las referentes de Infancia Compartida.
“Hay muchas familias que están atravesadas por este conflicto y lo sufren. Por eso decidimos visibilizar la problemática en las puertas de los Juzgados y entregar las notas en las que nos presentamos como agrupación que comenzará a funcionar. Elaboramos, además, un registro con las personas que se sumaron, con el fin de estar en contacto y diagramar acciones a futuro”, acotó.
Sabatino explicó que la fecha se decidió en consonancia con la manifestación prevista en toda la Argentina: “Sabemos que la próxima movilización se hará en abril a nivel internacional. La idea es organizar las actividades a desarrollar en esa fecha”, dijo.
“Si bien cada historia tiene una arista, que la hace particular, para uno es su historia, que es dolorosa y se quiere resolver, generalmente estamos hablando de procesos judiciales que llevan años y sufrimientos de las personas. Y eso no puede ser. Pedimos celeridad en los procesos, pues la mayoría de los casos se resuelven por sí solos, cuando el menor se convierte en adulto, y en otros se terminó porque uno de los progenitores se cansó y decidió poner fin a su vida. Y eso no es justo, porque nadie te devuelve los momentos perdidos con la persona que querés y por la que reclamás (compartir su tenencia)”.