Paradojas

Por: Carlos Heller

La actividad industrial en Argentina continúa mostrando un significativo repunte. El nivel general de Utilización de la Capacidad Instalada de ese sector (UCII) alcanzó el 63,5% en abril, más de 2 puntos porcentuales superior al del mismo mes de 2019, cuando la pandemia no había llegado. Si tomamos los promedios del primer cuatrimestre 2021 y los comparamos con igual periodo de 2019, se observa que varios sectores industriales aumentaron la utilización de su capacidad. En algunos casos de manera significativa, como la industria automotriz: 21,7%, los minerales no metálicos 17,7% y los productos textiles: 12,7%.
El sector industrial es uno de los más dinámicos en la recuperación, con niveles que superan los de la prepandemia. Además de la buena evolución de la UCII, la producción industrial creció, en términos desestacionalizados, un 6,8% en abril de 2021 en relación con diciembre 2019.
Esta gradual mejora del sector se debe, en gran parte, a que el gobierno instrumentó medidas tendientes a sostener la actividad y el empleo. Muchas de ellas, como la prohibición de despidos o los programas Repro, continúan vigentes.
Esto fue señalado por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, en la primera reunión del Comité Ejecutivo de la UIA, en la que su nuevo presidente, Daniel Funes de Rioja, se mostró crítico ante estas políticas y minimizó la recuperación de la economía argumentando: “hay reactivación en aquellas industrias ligadas a la construcción y en la construcción misma”. Kulfas rebatió esta afirmación aclarando que, según el Indec, “de un total de 16 ramas industriales, hay 12 que están en claro proceso de recuperación respecto de 2019 y esto lo encabeza maquinaria de equipo, electrónica, equipamiento médico, alimentación y ramas que no necesariamente están vinculadas con la construcción”.
No es la primera vez que los grandes empresarios o sus representantes se muestran contrarios a las políticas de fomento de la actividad y el empleo de este gobierno, criticando las medidas de doble indemnización, prohibiciones de despidos y suspensiones creadas para proteger el empleo durante la pandemia. Resulta paradójico que no mencionen la importante ayuda a las empresas que significó el ATP que involucró la reducción o postergación de hasta el 95% del pago de las contribuciones patronales y el subsidio de una parte importante del salario de los trabajadores de las empresas más afectadas.