El expresidente se presentó citado en la causa en que se investigan seis hechos de espionaje ilegal a familiares de los 44 tripulantes fallecidos en el hundimiento del submarino ARA San Juan, en 2017.
El expresidente Mauricio Macri se negó a declarar este miércoles en la causa en la que se lo investiga por supuesto espionaje ilegal sobre los familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan, pero entregó un escrito en el que aseguró que “jamás” espió ni ordenó espiar a nadie.
“Jamás ordené ni posibilité la realización sistemática de tareas de inteligencia expresamente prohibidas por la ley 25.520 y sus modificatorias. Jamás espié ni ordené espiar a nadie. Jamás recibí ni utilicé información de inteligencia alguna respecto de los familiares del ARA San Juan ni de ningún buque pesquero”, expresó en el escrito.
Convocado para declarar en el juzgado federal de Dolores, Macri ingresó en auto a las 11.50 al edificio de la municipalidad, donde desde más temprano se habían congregado algunos dirigentes como el jefe del bloque del PRO en la Cámara baja, Cristian Ritondo; el candidato a diputado y ex titular de Medios Públicos Hernán Lombardi; la exvicepresidenta Gabriela Michetti y el intendente de Pinamar Martín Yeza, para brindarle su apoyo.
Macri fue citado por primera vez para el 7 de octubre pasado pero no se presentó, luego faltó a la segunda convocatoria, que se había fijado para el 20 de octubre, oportunidad en la que su abogado defensor presentó por vía remota la primera recusación contra el juez Bava
Su arribo a la sede municipal de Dolores estuvo signado por un episodio que generó repudios entre la dirigencia de todos los espacios políticos, con la excepción –hasta ahora- de los integrantes de Juntos por el Cambio: agredió al canal de noticias C5N, al tomar y tirar al suelo el micrófono del cronista que se encontraba cubriendo el hecho, acción que generó el repudio de las organizaciones profesionales que nuclean periodistas.
A los pocos minutos de ese hecho, y acompañado por su abogado Pablo Lanusse, Macri se dirigió al Juzgado federal de Dolores donde lo esperaban el juez subrogante Martín Bava y el fiscal Juan Pablo Curi, quienes tenían preparadas sus respectivas preguntas para formular durante la indagatoria, en el caso de que el expresidente accediera a declarar.
La indagatoria comenzó pasadas las 12 con la lectura –por segunda vez– de los hechos que se imputan al expresidente y la aclaración de que después de la fallida audiencia de la semana pasada Macri ya había sido relevado del deber de confidencialidad, por lo que no pesaba sobre él ninguna eventual restricción.
“Jamás espié ni ordené a espiar a nadie”
Tras la lectura de los hechos, Bava le preguntó a Macri si iba a declarar y el expresidente respondió: “Lo que le voy a decir primero es que usted sabe que debería haber suspendido la audiencia por todas las cosas que están en curso. Pero queda claro que usted está muy apurado para procesarme antes del 14 (de noviembre, por la fecha de las elecciones legislativas). Con lo cual yo no le quiero demorar más el tiempo. Voy a consignar un escrito, no voy a contestar preguntas, así usted puede seguir con las formalidades”.
Ante esa primera negativa, el magistrado le preguntó a Macri si quería responder las preguntas de la fiscalía y si quería leer el escrito que iba a presentar, pero el expresidente volvió a ofrecer una respuesta negativa, y luego completó: “No, no quiero demorarlo, a ver si no llega antes del 14”.
Con la indagatoria concluida, el juez quedó en condiciones de resolver la situación procesal del exmandatario, quien a su vez lo acusó de tener el procesamiento ya redactado, de actuar bajo motivaciones políticas para apoyar al oficialismo y de no estar en condiciones de intervenir en el expediente.
“Como Presidente de la Nación jamás espié ni ordené espiar a nadie, y tampoco tuve carpetas con transcripciones de escuchas ilícitas de espionaje ilegal sobre ciudadanos. Ese, señor Juez, no es mi caso”, aseveró Macri en su escrito. En esa línea, el expresidente acusó al magistrado de ser “manifiestamente incompetente para investigar estos supuestos hechos”, tras lo cual agregó: “Respecto de mi persona, usted es claramente parcial”.
El exmandatario agregó que, en la imputación en su contra, el juez “no precisa cuándo, cómo, a quién, ni con qué alcance, habría ordenado, recibido, impartido o destinado -verbos que utiliza en ese relato- ni cómo habría ordenado y posibilitado, la realización sistemática de tareas de inteligencia expresamente prohibidas por la ley 25.520”.
La querella había denunciado este martes que el expresidente está actuando en el expediente con “mala fe” procesal al señalar que desde que fue llamado a indagatoria el 1 de octubre pasado recurrió a distintas “chicanas” para evitar tener que rendir cuentas ante la Justicia.
El desenvolvimiento de Macri frente a la causa, basado en dilaciones y ausencias ante las convocatorias del juez.
La última de esas argucias, enumeradas por la querella, fue el pedido que hizo la defensa del exmandatario para que se lo autorice a viajar el 15 de noviembre a Arabia Saudita ante una supuesta invitación que le cursara el príncipe de ese país y que no fue adjuntada en el pedido de autorización, según pudo saber Télam.
La Justicia sospecha que el exmandatario se nutrió de informes elaborados por la AFI para conocer de antemano los reclamos que le harían los familiares de las víctimas del hundimiento del submarino y que algún organismo del Estado pudo haber utilizado la información para saber con quiénes se vinculaban.