“No lo puedo creer. Me alegra tanto haberte contactado. Por algo tenía que hacerlo”, le dijo Celia.
La trastienda del encuentro con la familia del mejor futbolista del mundo reveló, sin embargo, otra historia que dejó marcas indelebles en ella y fue impulso de su viaje a Doha, donde desembarcó en septiembre para trabajar en uno de los hoteles más exclusivos de la ciudad como parte de un intercambio estudiantil.
“Él estaba en una juntada con compañeros del trabajo en Crespo (a 18 kilómetros de General Ramírez). Mi abuelo estaba delicado de salud, se descompensó y había que trasladarlo de urgencia a Paraná”, relata Maitena en charla con TN. “Le escribí a Ivo para contarle lo que pasaba y me respondió: ‘Estoy volviendo’”.
Era de noche y Maitena, conocedora de los aromas y sonidos de su pueblo, recibió una señal perturbadora. “Empezó a sonar la sirena, que suele activarse ante un accidente en la ruta o un incendio. Presentí algo horrible, llamé a Ivo un par de veces y no me contestaba”, recuerda.
En esos minutos, y ante la urgencia que apremiaba a la familia con la salud de su abuelo, la joven estudiante de medicina llamó a una tía y, de entrada, escuchó un llanto desgarrador al otro lado del teléfono: Griselda, una de las mejores amigas de la mujer, había muerto en un accidente en la Ruta Nacional 12.
“Griselda era una persona muy querida, conocida de toda la vida, pero en esos segundos sentí algo de alivio porque Ivo seguía sin contestarme y yo ya estaba desesperada”, evoca Maitena. Minutos después, en pleno viaje a Paraná para la atención de su abuelo, la joven recibió un nuevo llamado: su suegra le avisaba que Ivo también había muerto. Ironía de un destino desolador, el novio de Maitena manejaba el auto que chocó con el de Griselda.
“Venir a Qatar fue lo que realmente me salvó”
La vida de Maitena se puso en pausa desde entonces. Un mes y medio más tarde, mientras intentaba asimilar la tragedia que había apagado sus días y minado sus sueños, la chica entrerriana sufrió un nuevo golpe: la muerte de su abuelo.
“Yo estaba muy mal. No me quería levantar de la cama, bajé mucho de peso y no quería que nadie me hablara”, cuenta. Para entonces, el proyecto de viaje a Qatar estaba avanzado, pero Maitena ya no le veía sentido: “Estaba tramitando la visa y quise suspenderlo, pero mi papá y mi mamá habían hecho un gran esfuerzo y eso pesaba en mí”.
En esas semanas de duelo, Maitena entendió que cancelar el viaje al Mundial no sería una buena elección. “No me iba a hacer bien, porque un día mío era ir a la pieza y acordarme de algo, ir a la cocina y encontrar algo, y llorar y llorar”, dice.
“La cabeza es algo incontrolable. Y yo sabía que, trabajando durante cuatro meses en Qatar, iba a tener la mente ocupada sí o sí. No era una elección”.
Llegó el 20 de septiembre y Maitena se subió al avión para vivir una experiencia anhelada en Qatar, donde nadie sabía de su dolor y nadie haría preguntas que no quisiera responder. “Estar acá fue realmente lo que me salvó. Dios tenía preparado este viaje para mí, porque sabía que lo iba a necesitar. La Maite que conocía no estaba más y necesitaba sanar”, cuenta. “Aunque convivo día a día con el dolor, creo que logré lo que vine a buscar”.
“Creer o reventar”: la increíble experiencia de Maitena con una mariposa y la nube con forma de perro
Antes de viajar a Qatar, donde se quedará hasta fines de enero, Maitena visitó en General Ramírez a un médium, como se conoce a quienes presuntamente ponen en contacto a los espíritus de los muertos con las personas vivas. “Me pasaron cosas muy locas con él. Me daba detalles de Ivo y de nuestra relación, que era imposible que los supiera. Era creer o reventar”, cuenta.
Durante aquella sesión, el médium abrió una puerta para ventilar la habitación y, en ese momento, una enorme mariposa amarilla entró, se posó en un mueble y se quedó un rato. La joven, entonces, escuchó las palabras que la dejaron sin aliento: “Dice Ivo que cada vez que veas una mariposa va a ser él”.
El 22 de noviembre, día del debut de la Selección Argentina frente a Arabia Saudita, Maitena estaba en el estadio Lusail cuando una mariposa que pasaba delante suyo le arrancó una sonrisa. Segundos después, alguien le avisó que la mariposa se había posado en su cabeza: “No se mueve, está quieta”, le decían. Maitena lloraba.
“Había 88 mil personas y la mariposa vino a mí. ¿Podés creerlo?”, dice sin salir del asombro. Maitena, que no vio “Ghost, la sombra del amor” pero sí “Entre la vida y la muerte” -lanzada este año en Netfix-, cuenta que ya había tenido una manifestación de ese tipo.
“Una de las primeras cosas que me llamaron la atención en Qatar es que no hay nubes. Cuesta mucho ver una. Un día estaba muy triste en el trabajo y decidí hablarle a Ivo. ‘Si estás acá necesito que me lo hagas saber’, dije. Cuando salí del trabajo, viajaba en el bus y vi la primera nube. Lo increíble es que la nube tenía una forma similar a la de Hoppe, el perro caniche que teníamos con Ivo”, relata. Y agrega: “En este viaje entendí que nunca voy a estar sola”.
El encuentro de Maitena con la familia de Messi, que le cumplió el sueño de estar en la final
El encuentro con la familia de Messi nació con la nota de TN, siguió con un mensaje de María Sol -hermana del astro- y otro de Celia. Así se cocinó el cruce con Rodrigo -hermano de Lionel-, que le entregó a la joven entrerriana la entrada para la final.
Más tarde, Maitena volvió a escribirle a Celia para agradecerle y le contó los días sin consuelo que había vivido en los meses previos a Qatar. La mamá del 10 campeón del mundo le respondió: “No lo puedo creer. Me alegra tanto haberte contactado. Por algo tenía que hacerlo”.
Maitena no tiene dudas: Ivo también se hizo presente allí.