Artistas y bailarines se presentan en el festival de Cápac Raymi (solsticio de verano), en Cuzco, Perú. El objeto de la festividad es venerar el sol y pedir que no se aleje, pero también es una celebración de la Navidad. A través de los siglos se ha dado un proceso de sincretismo cultural en el que las creencias cristianas se entremezclan con las prehispánicas, por lo que hay elementos tanto incaicos como católicos en estas manifestaciones. El rito y la fecha tienen una curiosa coincidencia con los antiguos cultos paganos de los romanos, quienes celebraban las Saturnalias o fiestas al dios Saturno entre el 17 y el 23 de diciembre, fechas que se acercan al solsticio de invierno (cuando el sol sale más tarde y se oculta más temprano). El Papa Julio I, cuyo pontificado fue entre los años 320 y 353 sugirió conmemorar la llegada de Jesús cada 25 de diciembre, lo que coincidía con el Natalis Solis Invicti (el Nacimiento del Sol invicto).