A los cinco días, Myaree es bienvenida a su familia aborigen australiana. La cultura y el patrimonio juegan un papel importante en la vida de los aborígenes australianos, la civilización continua más antigua del mundo que se remonta a más de 50.000 años. La pequeña Myaree es el hermoso producto de 500 siglos de genética, desde que sus antepasados emigraron desde África a Australia y Papúa Nueva Guinea. No está claro cuántos aborígenes vivían en Australia cuando llegaron el capitán Cook en 1770 y más tarde la llamada Primera Flota, en 1788, con los colonos y los primeros presos británicos. Se supone que eran poco menos de 1 millón, pero se sabe con certeza el cataclismo que representó para los habitantes primigenios: para 1901, quedaban apenas 90.000, arrasados por las enfermedades y las matanzas. Considerados ciudadanos australianos recién en 1967, actualmente son unos 700.000, en torno al 3% de la población del país.
