«El desperdicio de alimentos es una tragedia mundial. Millones de personas en todo el mundo pasarán hambre hoy porque se tiran alimentos», dijo la Organización de las Naciones Unidas.
Los hogares tiraron innecesariamente el equivalente a 1.000 millones de comidas diarias en todo el mundo en 2022, según estimaciones de la ONU, que el miércoles denunció la «tragedia mundial» del desperdicio de alimentos. Esta estimación de alimentos comestibles pero desechados se sitúa en el extremo inferior de la horquilla, y «la cantidad real podría ser mucho mayor», según el informe del Índice de Desperdicio de Alimentos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
«El desperdicio de alimentos es una tragedia mundial. Millones de personas en todo el mundo pasarán hambre hoy porque se tiran alimentos», lamentó la directora ejecutiva del Pnuma, Inger Andersen. «Es sencillamente alucinante», declaró Richard Swannell, de la ONG WRAP, que colaboró en la redacción del informe.
«Podríamos alimentar a todas las personas hambrientas del mundo -hay unos 800 millones- con una comida al día, sólo con los alimentos que se desperdician», señala. Los hogares representan el 60% de este desperdicio, es decir, 631 millones de toneladas en todo el mundo en 2022 de un total de más de 1.000 millones. Los servicios de alimentación (comedores, restaurantes, etc.) representan el 28% y los supermercados, carnicerías y tiendas de comestibles de todo tipo, el 12%. Según las estimaciones, esto equivale a más de un billón de dólares anuales que se tiran innecesariamente a la basura.
Este informe, el segundo publicado por la ONU sobre el tema, ofrece la visión más completa hasta la fecha. Y la magnitud del problema se ha hecho más evidente a medida que ha mejorado la recogida de datos.
Despilfarro por igual
Gran parte del despilfarro doméstico se debe a que la gente compra más de lo que realmente necesita, juzga mal el tamaño de las porciones y no come las sobras. Los consumidores también tiran productos perfectamente comestibles que han superado su fecha de caducidad. También se pierden muchos alimentos por razones distintas al simple descuido, sobre todo en los países en desarrollo, por ejemplo, por problemas de refrigeración. Pero, contrariamente a la creencia popular, el desperdicio de alimentos no es sólo un «problema de los países ricos» y puede observarse en todo el mundo dice la ONU.
En lo que respecta a las empresas, actualmente suele ser más barato simplemente tirar la comida que encontrar una alternativa más sostenible. «Es más rápido y fácil porque los impuestos sobre residuos son nulos o muy bajos», se afirma en el informe.
Este derroche, que representa casi una quinta parte de los alimentos disponibles, es sinónimo de «fracaso medioambiental», señalan los autores del informe: genera hasta el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y requiere enormes extensiones de tierra agrícola para cultivar productos que nunca se comerán. Si fuera un país, «sería el tercer emisor de gases de efecto invernadero, por detrás de Estados Unidos y China», señala Richard Swannell. «Sin embargo, la gente no le da mucha importancia».
«Esperamos que este informe ponga de manifiesto la oportunidad que tenemos todos de reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y ahorrar dinero, simplemente haciendo un mejor uso de los alimentos que ya compramos», concluye.
