Hojas Sueltas… Democracia Spotify

Por Alfredo Serrano

Lo leí por primera vez en un artículo en El País. Fue comentado de pasada por Pawel Zerka, un académico polaco. Por ahora no ha tenido demasiado recorrido teórico, aunque creo que lo tendrá. El término me resultó atractivo por lo ingenioso y sugerente. La idea de “Democracia Spotify” hace referencia a dos características: una, estamos asistiendo a una creciente y variada oferta electoral y, dos, se cambia de voto tan de prisa como de canción. Es decir, democracias altamente fragmentadas por la cantidad de alternativas e intensamente efímeras por la velocidad con la que migra el voto de lugar. Cada transformación de época deja huella. La revolución tecnológica, las redes sociales, la desigualdad y muchos otros factores inciden en las fidelidades y antipatías partidarias y, en consecuencia, en cómo y a quién votar.
La discusión sobre pros y contras de esta suerte de Democracia Spotify, por ahora, se viene aplicando a la política europea, pero deberíamos de comenzar a revisarlo en clave latinoamericana. Hasta el momento se perciben algunos atisbos. En Chile y Perú, la fragmentación partidaria se advierte tanto en elecciones legislativas como en presidenciales. Los votos están cada vez más repartidos también en Colombia, México, Paraguay y Ecuador.
En Argentina, podemos observar estos primeros pasos, aún incipientes, hacia esta Democracia Spotify. Cada vez hay mayor variedad partidaria. Más espacios políticos diferenciados entre sí, con sus propias candidaturas y liderazgos, con fuerza suficiente para tener voz y voto en cada discusión, sea en el terreno legislativo o a la hora de la disputa presidencial.
En este sentido, hay un dato de las últimas elecciones legislativas (2021) que no deberíamos soslayar: el porcentaje de votos concentrado en los dos grandes bloques fue el más bajo desde la llegada de la democracia.
La última encuesta de Celag para Argentina (presencial, 2.000 casos y en todo el país) también encuentra indicios en esa dirección. El abanico es amplio, y podríamos diferenciar los siguientes espacios: kirchnerismo (27-33%), peronismo no kirchnerista (6-10%), el trotskismo (3-5%), la ultraderecha denominada libertaria (10-15%), el radicalismo (7-12%) y la derecha aglutinada en Juntos por el Cambio (25-30%) que, a su vez, presenta una gama de tonos en su interior según sea liderado por Macri, Bullrich o Larreta.
Veremos qué ocurre en próximas elecciones. Es imposible estimarlo al día de hoy. Aunque sí hay algo cierto: el fenómeno de la Democracia Spotify estará sobrevolando.