Kiss, la icónica banda estadounidense de hard rock que decidió poner fin a casi 50 años de trayectoria con la gira End of the road world tour, dará hoy, a las 21, en el Campo Argentino de Polo, del barrio porteño de Palermo, su última función en Argentina y cerrará así una larga relación con los fans locales que tuvo su explosión a finales de los 70, a partir de un sinnúmero de leyendas construidas a su alrededor que le confirió un grado de misterio y peligro en el imaginario popular.
Será la última oportunidad de ver el circo más grande que dio la historia del género, con una singular banda en la que los músicos asumen alter egos de características fantásticas, explosiones, fuegos, confeti y, fundamentalmente, un poderoso, festivo y directo rock sin mayores pretensiones que divertir.