El Hogar Geriátrico cuenta con camas electrónicas

Además se sumó material didáctico para los residentes.

Con controles remotos, se pueden cambiar y variar a gusto las posiciones, de acuerdo a las necesidades de los abuelos.

Desde que se declaró la pandemia, en marzo del año pasado, se extremaron los cuidados para proteger a los internos de la Residencia de Adultos Mayores Nuestra Señora del Huerto a la vez que se incorporaron elementos didácticos y sillas de ruedas para trasladar a las y los residentes.
Preservar la salud de los 30 adultos mayores que se encuentran en el ‘Hospitalito’ fue una premisa desde el primer momento en que se declaró la pandemia en la Argentina y así fue hasta ahora, ya que ninguna “abuela o abuelo” contrajo covid.
El 21 de marzo del año pasado, la Residencia ya contaba con los termómetros corporales para el control de la temperatura de las personas que ingresaban al lugar y, unas semanas después, las autoridades dispusieron la compra de una cabina de ozono para la desinfección total de las personas, lo que mejoró sustancialmente la protección interna de hogar.
Pero en ese momento, comenzaría otro tema que fue analizado junto al personal que se desempeña en las distintas tareas: mantener ocupados y cuidados a los internos, considerando que no podrían salir por un tiempo prudencial.
Es por ello, que se tomaron distintas medidas tendientes a generar una política de atención y contención: barreras sanitarias transparentes para que los residentes pudieran charlar con sus familiares sin contacto físico; adquisición de elementos lúdicos que generen entretenimiento y contención a las y los internos y, esencialmente, elementos ortopédicos para cuidar y mejorar la salud de las y los adultos mayores, sino, también, preservar la salud del personal municipal que los atiende a diario.
Camas ortopédicas
Uno de los anuncios que trasciende las paredes de la Residencia de Adultos Mayores, conocido antiguamente como ‘Hospitalito’, es la incorporación de 12 camas electrónicas que permiten con controles remotos, cambiar y variar a gusto las posiciones, de acuerdo a la necesidad de la persona.
Se trata, pues, de incorporar tecnología para cuidar la salud de las personas allí alojadas y las condiciones de trabajo del personal que desarrolla diversas tareas a diario.
Se trata de un salto cualitativo en la historia de la residencia, ya que llegaron las primeras seis de doce camas ya adquiridas, a la vez que, mediante comodato, la empresa Cilsa entregó modernas sillas de rueda para el “traslado” de personas.