A finales del siglo XX los grandes gurús de la gestión predijeron el fin de las megacompañías. En los próximos años les llegará el turno a las empresas monopólicas. Al menos eso es lo que pretende la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos que ha entablado demandas en el último año y medio para lograr las que “Big Tech” (Google, Facebook, Amazon y Apple) dejen de comprar a sus competidores y se desprendan de buena parte de sus negocios que les otorgan una posición dominante. La Corte Suprema de Estados Unidos adoptó el estándar de «bienestar del consumidor» en 1979. Según este estándar, la ley considera anticompetitiva si las acciones o comportamientos de una empresa causan “daño al consumidor”, como hacer que los productos sean más caros. Algunas fusiones, incluida la adquisición de Instagram y WhatsApp por parte de Facebook han sido cuestionadas públicamente. Pero ahora las repercusiones están comenzando a acumularse en la Justicia porque los organismos de control antimonopolio buscan remediar el problema.
A Facebook se le iniciaron dos demandas gemelas: la de la Comisión Federal de Comercio, y la presentada por 48 fiscales generales, que buscan dividir al gigante de las redes sociales. Los demandantes afirman que la empresa “se involucró en un comportamiento anticompetitivo para acabar con sus rivales”. Además, Google recibió tres demandas antimonopolio el año pasado por parte del Departamento de Justicia, alegando que la empresa ha utilizado “métodos anticompetitivos” para proteger su monopolio sobre las búsquedas, “sofocando la competencia y la innovación de rivales advenedizos más pequeños”. Al mismo tiempo, otra coalición de fiscales generales de 38 estados también presentó una demanda antimonopolio contra Google, que esencialmente presenta el mismo argumento que la demanda del Departamento de Justicia, pero agrega sus propias acusaciones. Y un grupo de estados, encabezado por Texas, presentó una demanda que impugna las prácticas publicitarias de Google. Amazon y Apple también están bajo investigación tanto del Departamento de Justicia como de la FTC. Además, los demócratas de la Cámara de Representantes presentaron este año su informe antimonopolio de casi 450 páginas que concluye que las cuatro empresas tienen poder de monopolio. Aunque los casos contra Big Tech siguen aumentando, pasará algún tiempo antes de que veamos los resultados. Pero hay una luz de esperanza. Sus impulsores sostienen serán casos testigos que impactarán en otras industrias, como la banca, la farmacéutica y la agroalimentaria que en la última década se han convertido en “peligrosos conglomerados globales”.