Una persona resultó detenida luego de negociar la situación con un funcionario judicial.
Tres mayores de edad, acompañados de cinco menores, pretendieron usurpar una vivienda ubicada en inmediaciones del barrio Rocamora, debido a que el dueño de la misma había fallecido. Gracias al accionar de la policía y la justicia, el inmueble fue liberado y detuvieron a una mujer que en apariencia encabezaba la toma.
La situación demandó una negociación telefónica entre el fiscal y una de las personas del grupo que pretendía apropiarse de la vivienda. Pese a las explicaciones esgrimidas, los intrusos no quisieron abandonar el lugar y los agentes debieron desalojar el lugar.
Durante la noche del miércoles, uniformados de Comisaria Segunda se hicieron presentes en una vivienda del Barrio Rocamora, a raíz de un llamado alertando sobre un intento de usurpación de la misma, informaron fuentes policiales a la redacción de La Calle.
De acuerdo a lo notificado, en el lugar se constató que en su interior se hallaba una ciudadana de 31 años de edad con cinco menores, de entre 16 y 3 años de edad, tratándose de sus hijos, un hermano y una amiga de esta; no siendo los propietarios, ni presentando algún contrato de locación o similar.
Lo acontecido fue informado a la Fiscalía en Turno a cargo de Pablo Gile, quien tras mantener una comunicación telefónica con la ciudadana explicándole la situación y obteniendo una respuesta negativa de abandonar la casa, se efectuó la aprehensión de la misma y su traslado a Comisaria de Minoridad.
Desde la Jefatura Departamental informaron que, en lo que respecta a los menores, se dio intervención a personal de Comisaria de Minoridad, trasladándolos a sede policial para su resguardo y posterior entrega a familiares responsables, siendo lo actuado con conocimiento del COPNAF.
Finalmente el inmueble quedó en custodia de un vecino, ya que el mismo se encontraba deshabitado, según se pudo establecer debido a que su propietario habría fallecido recientemente.
