Un enfermero del hospital público de la ciudad correntina de Esquina fue condenado ayer a dos años de prisión en suspenso e inhabilitación para ejercer su profesión en el Estado, luego de ser hallado culpable del delito de cohecho pasivo por vender una vacuna contra el coronavirus, informaron fuentes judiciales.
Guillermo Barrios, un enfermero que se desempeñaba en el hospital San Roque de la ciudad de Esquina, fue condenado a dos años de prisión de ejecución condicional e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, tras ser hallado culpable en el juicio que se desarrolló en Goya.
El Tribunal de Juicio penal de esa ciudad, conformado en forma unipersonal por el juez Ricardo Diego Carbajal, condenó a Barrios por el delito de cohecho pasivo y absolvió a la otra imputada, la enfermera Sara Gutiérrez.
Un tercer imputado, un comerciante de la ciudad, logró la suspensión del juicio a prueba tras ser investigado como el supuesto comprador de la dosis faltante en el vacunatorio del hospital de la localidad distante 300 kilómetros al sur de la capital correntina.
Según precisaron fuentes del caso, en mayo de 2021, el director del hospital, Leandro Ramírez, denunció el faltante de un inyectable correspondiente a la campaña anticovid que llevó adelante el Estado nacional en una articulación con las provincias.