El empresario Eduardo Kovalivker, uno de los dueños de la droguería Suizo Argentina, se presentó este viernes en los tribunales de Comodoro Py y entregó su teléfono celular al fiscal Franco Picardi, en el marco de la causa que investiga una presunta red de coimas revelada en audios atribuidos al exfuncionario Diego Spagnuolo.
Kovalivker, que estaba prófugo desde la semana pasada, llegó acompañado por su abogado, Martín Magram, y permaneció poco más de una hora en la fiscalía. Su entorno explicó que no había comparecido antes por un episodio de hipertensión.
Con su entrega, ya son tres los dispositivos aportados: también lo hicieron sus hijos Jonathan y Emmanuel, actuales directores de la compañía. No obstante, la investigación enfrenta un obstáculo técnico: la firma israelí Cellebrite informó que no cuenta con la tecnología para desbloquear el teléfono de Jonathan, un Samsung de última generación, que fue entregado sin clave de acceso.
La presentación de Kovalivker coincidió con nuevos allanamientos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y en la sede de Suizo Argentina. Además, desde el lunes pasado, tanto los empresarios como los exfuncionarios investigados —Spagnuolo y Daniel Garbellini— tienen sus cajas de seguridad bloqueadas por orden del juez Sebastián Casanello.
La droguería aparece como pieza clave en la causa a partir de un audio en el que, supuestamente, Spagnuolo afirma:
“La gente de la Suizo llama a los demás proveedores y les dice: ‘Ya no es más el 5, ahora tenés que poner el 8. Lo tenés que traer a la Suizo y nosotros lo subimos a Presidencia’
