El premio más prestigioso de las letras internacionales, concedido por la Academia Sueca, ha ido a parar a la autora responsable de títulos como ‘La vegetariana’ o ‘La clase de griego’
Han Kang ha ganado el Premio Nobel de Literatura 2024. Así lo ha anunciado la Academia Sueca en el tradicional acto en su sede de Estocolmo. La escritora surcoreana toma así el relevo de Jon Fosse, que alcanzó este máximo reconocimiento gracias a sus innovadoras obras de teatro y a su prosa, de carácter tan humano como filosófico que se encargaban de ahondar en los sentimientos más profundos del ser humanos.
Han Kang (Gwangju, 1970) es una de las escritoras más destacadas de la literatura surcoreana contemporánea. Su obra, que abarca novelas, relatos cortos y poesía, ha ganado reconocimiento internacional por su capacidad para abordar temas como la violencia, el trauma y el cuerpo humano con una prosa poética y profundamente introspectiva. Han se ha consolidado como una voz importante en la literatura global, especialmente tras ganar el Man Booker International Prize en 2016 con La vegetariana, una obra que explora la resistencia al poder y la identidad personal.
Primeros años y formación
Nacida en Gwangju en 1970, Han Kang creció en una ciudad marcada por la represión política, especialmente tras la Masacre de Gwangju en 1980, un hecho que influiría en su obra futura. Su familia se trasladó a Seúl cuando ella era una niña, y más tarde estudió literatura coreana en la Universidad de Yonsei. Desde temprana edad, se sintió atraída por la poesía, y comenzó su carrera literaria escribiendo poesía antes de adentrarse en la narrativa. La obra de Han Kang se caracteriza por un enfoque que combina lo poético con lo narrativo, creando un lenguaje lírico que busca capturar la profundidad de la experiencia humana.
Su obra se caracteriza por explorar los límites entre el cuerpo y la mente, lo humano y lo inhumano, la violencia y la compasión. La autora utiliza esos aspectos como un medio para examinar el dolor, el trauma y la búsqueda de la identidad. La vulnerabilidad de sus personajes y su lucha por encontrar significado en un mundo hostil son constantes en su narrativa.
La violencia, tanto física como psicológica, es un tema recurrente en su obra, pero siempre abordado con un enfoque muy personal que evita la gratuidad. Han Kang no busca impactar al lector con escenas crudas, sino que se adentra en el proceso emocional que lleva a sus personajes a enfrentar, resistir o sucumbir ante el dolor. Esta exploración profunda y matizada del sufrimiento ha llevado a algunos críticos a describir su estilo como “una belleza devastadora”.
Obras fundamentales
‘La vegetariana’ (2007)
La vegetariana es la novela que lanzó a Han Kang al reconocimiento internacional. La obra narra la historia de Yeong-hye, una mujer aparentemente común que decide dejar de comer carne tras experimentar sueños perturbadores. Su decisión desencadena una serie de reacciones que exponen la violencia latente en su familia y la sociedad. La novela está estructurada en tres partes, cada una narrada desde la perspectiva de personas cercanas a la protagonista, lo que permite una visión multifacética del conflicto. La vegetariana aborda temas como el cuerpo, el poder, la resistencia y la identidad, cuestionando la relación entre la libertad individual y las normas sociales.
‘Actos humanos’ (2014)
Esta novela está ambientada en la Masacre de Gwangju, un levantamiento democrático que fue brutalmente reprimido en 1980. La obra se centra en un adolescente llamado Dong-ho y en las personas que lo rodean, mostrando el impacto de la represión y la violencia en sus vidas. Actos humanos explora la memoria del trauma colectivo y el dolor individual, examinando cómo los horrores de la historia afectan a las personas comunes. La estructura de la novela, que mezcla la perspectiva de distintos personajes, permite captar la magnitud del sufrimiento y la resiliencia de una sociedad herida.
‘Blanco’ (2016)
Blanco es una obra profundamente íntima en la que Han Kang reflexiona sobre la muerte de su hermana, quien falleció poco después de nacer. A través de una serie de viñetas que giran en torno al color blanco, la autora explora el luto, la pérdida y la relación con la pureza y la ausencia. La obra es más cercana a un libro de poesía o meditación que a una novela convencional, y su estilo fragmentario busca capturar la esencia efímera del dolor. Blanco es un ejemplo de cómo Han Kang utiliza el lenguaje poético para abordar temas emocionales complejos y explorar la conexión entre el arte y la vida.
‘La clase de griego’ (2011)
En La clase de griego, Han Kang narra la historia de una mujer que pierde la voz debido a una enfermedad, mientras asiste a clases de griego antiguo con la esperanza de recuperar su capacidad de expresión. La novela aborda la comunicación, el silencio y la incomunicación, además de reflexionar sobre la identidad y la fragilidad del cuerpo humano. La relación de la protagonista con el lenguaje y su lucha por encontrar un nuevo modo de comunicarse reflejan el interés de la autora por el poder y los límites de las palabras.