Más por Entre Ríos cosechó el 39% de los votos en la sumatoria total de sus tres postulantes para la presidencia municipal, mientras que Juntos por el Cambio cosechó el 33% entre sus seis precandidatos. El objetivo de Lauritto y Orrico es curar las heridas internas hacia el 22 de octubre.
Por Mariano Osuna
Pasaron 25 días de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) realizadas en todo el país, con un tablero concomitante en la provincia donde 866.160 entrerrianos fueron a las urnas para definir las candidaturas hacia octubre. Como evaluó LA CALLE, el escrutinio definitivo dejó diversos elementos de análisis sobre la composición y los comportamientos de los electorados en los 17 departamentos para las categorías ejecutivas nacionales, provinciales y locales.
En la disputa por el sillón estelar de Casa Rosada, los votos acumulados a la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y al jefe de gobierno porteño, Horacio Larreta, obtuvieron 15.819 sufragios en Concepción del Uruguay, mientras que la complementariedad de los votos al ministro de Economía, Sergio Massa, y al dirigente social, Juan Grabois, alcanzaron 15.594 adhesiones. Un poco más lejos terminó Javier Milei, de La Libertad Avanza, con 10.331, que fue el candidato individualmente más votado.
En la contienda por el cargo principal en Casa Gris, la sumatoria de las papeletas del ex diputado nacional Rogelio Frigerio y el legislador nacional Pedro Galimberti, lograron 17.197 apoyos, mientras que el postulante peronista, el intendente de Paraná Adán Bahl, consiguió 16.599 respaldos en las urnas, siendo el precandidato más votado en La Histórica. Bastante más distanciado se ubicó el nombre provincial de La Libertad Avanza, el empresario Sebastián Etchevehere, con 7.634 sufragios.
En la competencia por la sucesión de Martín Oliva, la coalición gobernante alcanzó el 39% de los votos (19.296), en tanto que la alianza opositora totalizó el 33% de los acompañamientos. El postulante más votado fue el ex vicegobernador, José Lauritto, con 13.560 adhesiones, obteniendo más del 70% de las boletas dentro de la interna peronista. Segundo se posicionó el actual titular del Instituto Autárquico de Planeamiento y Vivienda (IAPV), Marcelo Bisogni, que contabilizó 4.206 papeletas, y tercero finalizó Gabriel Perdomo con 1.530 nóminas en el cuarto oscuro.
En la tabla de nombres individuales, la sorpresa fue proporcionada por la precandidata libertaria, Pamela Velardez Ernst, que conquistó el segundo lugar con 7.119 respaldos en las PASO. Sin embargo, la complementariedad de los sufragios de los seis contendientes de Juntos por Entre Ríos superaron los 16 mil votos (16.604), donde el vencedor de la interna fue Juan Orrico con 6.002 acompañamientos. Lo siguieron el dirigente vecinalista, Aníbal Steren, que tuvo 4371 sufragios, y el ex viceintendente de la actual gestión, Ricardo Vales, que contó 3.356 apoyos en las Primarias. Cerraron la lista Sittoni con 1.524 papeletas, Vázquez con 1118 y Sosa con apenas 233.
Luego de Lauritto, Velardez y Orrico, en la tabla individual de las postulaciones se ubicó el voto en blanco, que fue la opción elegida por 4999 personas, superando a los competidores que salieron en segundo lugar en sus respectivas coaliciones: Steren y Bisogni.
Con el ojo puesto en los comicios generales del próximo 22 de octubre, el desafío principal de ambos ganadores de sus internas, Lauritto y Orrico, es el convencimiento de los diversos electorados que prefirieron otras opciones de sus alianzas. El rol de Bahl es indispensable en el reordenamiento de las distintas heridas locales de las Primarias, donde los escenarios más complejos emergen en Paraná y Concordia, pero que tiene una importancia sustancial en La Histórica y Gualeguaychú. Entre otros factores, las posibilidades electorales del peronismo en la gobernación también dependen de la resolución de los conflictos internos y de la capacidad de tracción de los territorios locales.
Las Primarias del peronismo confirmaron el liderazgo intacto del Presidente de la delegación argentina en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), aunque también legitimó la existencia de un histórico sector político en la ciudad, que estará representado con Carlos Scelzi con un escaño de la Cámara de Diputados de la provincia. Sin embargo, la imagen es mucho más compleja en la alianza opositora, donde Orrico tiene antecedentes como síntesis electoral y referente local de Juntos por el Cambio. Steren, con quien tiene un vínculo cordial pero distante, fue candidato por el vecinalismo en 2019, donde obtuvo una banca del Consejo Deliberante, ocupada actualmente por Aldo Montañana. Su salto imparcial hacia uno de los bandos de la polarización se dio tras una negociación con Frigerio, aunque con una integración inorgánica en relación a los partidos tradicionales del Frente.
Más inusual es la situación con Vales, anotado en 2019 por la intendencia, en un desenlace donde fue compañero de fórmula de Oliva en el binomio triunfador en el justicialismo. En mayo de este año, unos días antes de la renuncia a la presidencia del Concejo Deliberante, LA CALLE adelantó el salto del dirigente peronista a la oposición. La noticia pateó el tablero local, con críticas de las autoridades locales de la UCR y del PRO, Juan Parrilla y Leandro Clapier, y de sus competidores internos, incluido el ex dirigente de la Sociedad Rural local y vencedor de la contienda opositora en las PASO. Más allá del diálogo posterior hacia los comicios generales, la incógnita es la actitud de las distintas identidades de sus votantes, que no provienen de las representaciones naturales de Juntos por el Cambio.
La capacidad de convencimiento en las coaliciones más importantes será determinante en la batalla por la presidencia municipal, sabiendo que La Libertad Avanza dejó de ser una sorpresa, y que debe buscarse a las personas que no concurrieron a las PASO, que seleccionaron alternativas minoritarias o que votaron en blanco. La campaña, recién arranca.
