Kevin Kindelan, 8 años, practica con su padre en el techo de su casa en La Habana. El éxito en el béisbol, el pasatiempo nacional de Cuba, se mide cada vez más fuera de sus fronteras, ya que miles de jóvenes sueñan con jugar en las grandes ligas de EE.UU. La economía de Cuba se contrajo un 11% en 2020 y desde entonces sólo ha agravado poco a poco. El país soporta desde hace más de 60 años el estrangulamiento de un bloqueo económico inhumano que va más allá de los alimentos, las medicinas y los combustibles, sino que se extiende a todo tipo de productos extranjeros, incluyendo los bates, pelotas, botines y guantes de béisbol. En los últimos seis años el número de jugadores que han salido de Cuba hacia EE.UU. se ha triplicado en comparación con la década entre 2000 y 2010. Un éxodo casi sin precedentes que incluye a los más de 157.000 cubanos que han emigrado desde octubre del año pasado a la fecha.









