Durante su discurso ante el Parlamento irlandés, denunció que las fuerzas rusas bloquean «todos los puertos» del país.
Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, acusó este miércoles a Rusia de «usar el hambre como arma» y pidió a Irlanda «más liderazgo» para «convencer a la Unión Europea (UE) de imponer sanciones más duras» contra Moscú, durante una intervención en el Parlamento irlandés.
Zelenski lamentó que los misiles rusos estén «destruyendo aquellas cosas que son indispensables para sostener la forma de vida» de la población y manifestó que las fuerzas rusas bloquean «todos los puertos» del país, informó la agencia de noticias Europa Press. De acuerdo con el mandatario, para Rusia «el hambre es un arma» y «la gente es un instrumento de dominación».
Por este motivo, insistió a los líderes políticos de Irlanda a «utilizar toda su influencia para convencer a otros países de la UE e introducir sanciones aún más duras para detener la invasión de Putin», y también agradeció al Gobierno por su apoyo humanitario y financiero. El país no se mostró «neutral» ante la guerra a pesar de ser, en términos generales, «un país neutral», aseveró Zelenski y agregó: «Estoy agradecido, a cada ciudadano de Irlanda. Gracias por el apoyo a las sanciones», según el diario local The Irish Times.
Entre los puntos que remarcó durante su intervención en el Parlamento, remarcó la importancia de «poner fin al comercio con Rusia». «Hay que romper toda relación con los bancos rusos y el sistema global, detener la fuente de ingreso a cambio de petróleo y gas», declaró antes de afirmar que «existen mecanismos para ello».
Zelenski lamentó la falta de «principio por parte de líderes políticos y empresarios, que consideran que la guerra y los crímenes de guerra no son algo tan terrorífico como las pérdidas económicas». «Sé que su liderazgo puede marcar la diferencia y estoy seguro de que toda Europa es capaz de detener esta guerra y traer de vuelta la paz y estabilidad en el este de Europa. No podemos atrasarlo más», añadió.
Los datos oficiales indican que desde el comienzo de la invasión hace 42 días, al menos 167 menores murieron, 927 colegios y 258 hospitales se vieron afectados y 78 ambulancias sufrieron daños, según el presidente. «Incluso tienen como objetivo refugios e iglesias», denunció.
Sobre la situación en la ciudad de Mariupol, alertó que existe escasez de alimentos y que Rusia bloquea el acceso humanitario a medio millón de personas. «No dejan que nada entre, ni siquiera medicamentos», expresó y puntualizó: «Rusia no merece ser llamado un Estado civilizado».