Por Patricia Ortiz
El 24 de noviembre de 2013 se sancionó la Ley Nº 26.870 que declaró al Vino Argentino Bebida Nacional. A través de ella se busca difundir las características culturales que implica la producción, elaboración y consumo del vino y sus tradiciones.
El vino, una bebida noble y milenaria que simbolizaba en religiones antiguas la unión de lo terrestre y lo espiritual.
La vitivinicultura, noble arte que reúne las técnicas para producirlo, nos une, genera empleo, moviliza a miles de turistas, que ávidos por aprender más, visitan y contribuyen al desarrollo de otras regiones, generando más empleo en sectores adyacentes.
El vino potencia los sabores de la gastronomía, sin duda alguna, la pareja ideal de la comida, de nuestros alimentos, de los platos y recetas llevando además la marca Argentina a la intimidad de las mesas del mundo.
La mayoría de los consumidores disfrutan del vino como lo hacen de la comida: con moderación y como parte de un estilo de vida saludable. El consumo de vino es un acto social y, por lo tanto, hace falta compartirlo para poder disfrutar
Conductas responsables
Bodegas de Argentina forma parte de Wine in Moderation, una coalición mundial de organizaciones vinculadas al vino que creen en una cultura sustentable de consumo a través de la educación, y promoviendo conductas responsables que eviten excesos.
El programa desarrolla principios para cuidar al consumidor, a las regiones productoras y al patrimonio del vino. Se difunde una cultura positiva, permitiendo al sector ofrecer sus productos responsablemente y educando al consumidor para que elija consciente y entienda que el disfrute se encuentra vinculado a la moderación.
Apreciar un vino, es conocer su origen, su cultura y territorio. Apreciar un vino es entender su carácter único, maridarlo y beberlo lentamente. Disfrutar de un vino también es aprender a que el vino se intercala con agua.
Parte de la mesa familiar
Estamos convencidos de que la ley de alcohol cero no resolverá los problemas, que a todos nos preocupan. Sólo la educación y la efectiva aplicación de las penas podrán modificar conductas irresponsables y abusivas. Quienes hoy no respetan el límite de 0,5 no van a respetar el límite de cero.
Hace exactamente un año, el gobierno nacional lanzó el programa «Vino Cercano», a través de Resolución que permite ejecutar una nueva modalidad de expendio de vinos en envases retornables, a través de botellones de vidrio o cerámica vidriada de 1,9 a 2,5 litros los cuales van a poder comercializarse en las bodegas y locales habilitados para la venta de vino a consumidor final.
Se trata de un viejo anhelo y un pedido de muchos productores artesanales, cámaras y bodegas vinculadas al enoturismo que permite acercar consumidores al vino, reduciendo costos, llegando en forma directa al consumidor, al entorno social donde se produce y que además contribuye a reducir el impacto ambiental de los procesos.
Capitalizar una oportunidad
Este programa incorpora los conceptos de las tres R (Reutilizar, Reciclar y Reducir) en línea con los objetivos de la política ambiental nacional (Ley 25.675).
En un nuevo aniversario de la declaración del Vino Argentino Bebida Nacional seguimos sumando acciones que permitan que una bandera argentina esté presente en todas las mesas donde se comparta un vino argentino.
Muchos son los objetivos que quedan por delante, para posicionar a este producto en los mercados internacionales y seguir profesionalizando y desarrollado el Laboratorio Estadístico del Instituto Nacional del Vino (INV), el cual brinda información relevante para que toda la industria pueda nutrirse de datos para la toma de decisiones. En el mercado interno debemos recuperar los litros perdidos y debemos acercar a los jóvenes a la ingesta saludable y responsable de vinos. Necesitamos capitalizar esta oportunidad con políticas efectivas y un claro compromiso del sector privado. Existen otros objetivos estratégico como la promoción del vino con menor graduación alcohólica o desalcoholizados. En Argentina cada año se consumen más de 33.000 millones de litros de bebidas con o sin alcohol, desde infusiones, aguas, cervezas, vinos e incluso espirituosas. El vino sólo representa el 2,7% de ese volumen.
En la industria vitivinícola llegó la hora de pensar seriamente en qué negocio estamos y recuperar momentos de consumo perdidos, litros que durante años nos han quitado otras bebidas. Es de suma importancia pensar en una Argentina productora, exportadora, que genere riquezas, trabajando en base a un desarrollo sustentable de toda la cadena entre el sector público y privado.
(*) Presidenta de la cámara empresaria Bodegas Argentinas.