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domingo, abril 20, 2025

Yo digo… La montaña rusa de 2001 – 2023

Por Delfina Rossi

El 19 y 20 de diciembre son fechas de movilizaciones, pero también que nos movilizan emocionalmente en nuestro país. Se nos confunde quizás la expectativa del cierre del año, la ya corriente pero pesada incertidumbre sobre lo que sucederá el próximo año y la memoria de la angustia sufrida en aquel 2001. Habiendo pasado 22 años de ese trágico momento, y siendo economista, me surge la pregunta propia del momento: ¿en qué se parece esta nueva “era” que inaugura Javier Milei con el 2001? Diciembre del 2001 y diciembre del 2023 aparecen como momentos bisagras de la historia. El 2001 puede ser referido como el “fin de una época”: la definitiva crisis del modelo de convertibilidad, la falta de estrategia para salir sin catástrofe, la gente en la calle, la represión y la ineficiencia de la política (lo que cambia a partir del 2003), desempleo superando el 20% y una tasa de informalidad y trabajo no registrado cerca del 50%. En cambio, este diciembre del 2023 aparece como el inicio de una nueva era, que a priori se parece más al comienzo del menemismo que a su final. La evidencia histórica avala la intuición de que un modelo de liberalización de mercado, licuación de tasas de interés, devaluación, endeudamiento y ajuste conlleva al menos a una recesión con aumento del desempleo, la desigualdad y la pobreza. Que, de no arbitrar medidas para impedirlo, puede que nos lleve a una situación semejante a la del 2001. El 2001 representó un quiebre económico, social, político e institucional que estallaba con la crisis financiera protagonizada por el corralito que limitaba el acceso a los depósitos por la falacia de creer que un peso era equivalente a un dólar. Argentina era una anarquía: cinco presidentes en una semana, represión en la calle y muertos. Hoy, en cambio, acaba de haber elecciones democráticas donde se impuso con una gran mayoría Milei, y cuenta con una estrategia política de acompañamiento de Juntos por el Cambio para garantizar su gobernabilidad.

Paradojas circulares
En el 2001, la pobreza y el hambre no encontraban piso. Hoy, en cambio, existe un importante entramado de políticas sociales: el Plan Jefes y Jefas de Hogar desocupados creado en el 2002, resultado del Diálogo Argentino frente al descalabro del 2001, y la Asignación Universal por Hijo que se crea en el 2009, gracias a la estatización del sistema jubilatorio (eliminación de las AFJP) y fortalecimiento de la Anses. Hoy la Argentina cuenta con ese extenso sistema de protección social, combinado con una cobertura del derecho a las jubilaciones que cubre a más de 7,5 millones de personas y más de 4,2 millones de niños y niñas cobran la AUH. Sin embargo, y contradictoriamente, estos programas parecen no alcanzar frente a una galopante inflación, que licúa los ingresos de la población día a día. Aquí quizás empiezan los círculos de la historia o la paradoja: la convertibilidad fue creada para combatir, reducir la hiperinflación del gobierno de Raúl Alfonsín a principios del menemismo, y hoy Milei propone una dolarización frente a la hiper que el mismo parece estar fogoneando, luego de años sin resolver de cuajo este problema estructural. Pero, ¿fue eficaz el 1 a 1? Efectivamente, redujo la inflación. Pero el ancla nominal de 1 a 1 para acabar con la inflación requería de dólares nuevos que entraran a acompañar esa apreciación cambiaria, que se consiguieron primero con privatizaciones de empresas del Estado y luego con endeudamiento. El cóctel explosivo que fue acompañado de la liberalización financiera acabó con el anhelo de la industria nacional y produjo desempleo masivo, el crecimiento de la informalidad, de la desigualdad y finalmente el estallido social- centralmente por hambre y desesperación. Parece que nuevamente se utiliza a la inflación para imponer un programa económico de liberalización financiera, achicamiento del Estado, endeudamiento externo que permitirá la concentración de la riqueza en pocas manos, la fuga de capitales, y el empeoramiento de las condiciones económicas.Las recientes medidas de devaluación que coloca el tipo de cambio en el nivel más alto después de la salida de la Convertibilidad, la eliminación de los subsidios (y dolarización de las tarifas) y eliminación de controles de precios, son medidas totalmente regresivas que licúan los ingresos en pesos de toda la población. Una vez más, estamos subidos a la montaña rusa de la M, de Menem, de Macri y ahora de Milei, pero aún estamos a tiempo de no terminar en otro 2001.

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