Después de casi 150 días sin clases, en agosto comenzará la vuelta a las clases presenciales en las provincias de menor circulación.
Catamarca, Formosa, San Luis, Santiago del Estero, Tucumán, Corrientes, Misiones, Santa fe y San Juan son las provincias confirmadas en una conferencia de prensa por el Ministro de Educación, Nicolás Trotta. En principio se abrirán las escuelas en las localidades más pequeñas, que incluyen ruralidad. El ministro realizó una reunión virtual con los nueve gobernadores: Raúl Jalil (Catamarca), Gustavo Valdés (Corrientes), Gildo Insfrán (Formosa), Oscar Herrera Ahuad (Misiones) Sergio Uñac (San Juan), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Omar Perotti (Santa Fe), Alberto Rodríguez Saá (San Luis) y Juan Manzur (Tucumán).
Durante el encuentro acordaron un regreso escalonado, con asistencia alternada, a partir de agosto. La prioridad en la vuelta la tendrán los últimos cursos de los niveles, tanto de primaria como de secundaria, pero los funcionarios no descartaron que el regreso pueda incluir más grados en aquellas zonas donde no se registraron contagios.
En las próximas semanas cada provincia puntualizará la fecha de retorno y qué localidades retomarán la actividad presencial. Según planteó Trotta, hay variedad de criterios: algunas proyectan la vuelta para la primera semana de agosto y otras para la segunda o tercera. San Juan parece ser la más avanzada: sus gremios docentes ya manifestaron su apoyo a la decisión del gobernador Uñac y comenzarán después de las vacaciones de invierno.
Ante el nuevo escenario, el gobierno nacional les anunció a los mandatarios provinciales que destinará una inversión de 2.300 millones de pesos para acompañar a las jurisdicciones en la puesta a punto de los establecimientos.
Esa inversión abarcará todo el país y se repartirá de acuerdo a las necesidades que expresen las provincias. De la torta total, 500 millones de pesos serán transferencias directas de hasta $50.000 a las escuelas que cada gobernador considere esenciales: los directivos usarán el dinero para la compra de insumos (alcohol, lavandina, artículos de limpieza, tapabocas). A su vez, $1300 millones de pesos se destinarán a obras de provisión de agua, reparaciones de sanitarios y acondicionamiento de higiene y seguridad. Por último, 500 millones de pesos funcionarán como refuerzo del programa de infraestructura escolar: irán a arreglos menores de los establecimientos.
