Vivir con la pandemia

Señor director:
El bichito no se va, las cifras de contagiados aumentan, los ánimos se disparan, el optimismo decae, y el desánimo gana terreno entre los menos preparados para la batalla psicológica.
La vida ya no es lo que era. Las infecciones masivas atacan incluso en lugares que parecían haber domesticado el coronavirus. La crisis que se vive es real y habrá que usar el ingenio para vivir con ella. Nadie estaba preparado para esto. La incertidumbre impide procesar la nueva realidad y prever el futuro. Esto genera fatiga mental, desmotivación y apatía. Todos hemos sido afectados por la ruptura de la continuidad habitual. Nos tuvimos que adaptar a los nuevos escenarios sin saber cómo y sin querer hacerlo, y todo ello afectó la estabilidad emocional. La pandemia lo ha cambiado todo.
La relación social, laboral y familiar se ha vuelto distinta, pero aun así todavía podemos relacionarnos mediante correo electrónico, llamada telefónica, o mensaje por WhatsApp para no aislarnos y ordenar los pensamientos. Ver a otras personas y escuchar sus voces es esencial para no pirar. Aunque no haya un manual para vivir con la pandemia, mientras que el virus no esté bajo control, cada uno puede hacérselo siendo juicioso y precavido.
Para sobrellevar la nueva realidad debemos formar una “burbuja” con otros y realizar cuidadosamente actividades sociales al aire libre que, aunque no eliminan el riesgo, lo reducen. Nadie sabe lo que ocurrirá más adelante. Es difícil imaginar cómo vamos a lidiar con otra oleada de infecciones. Conviene mantenerse activo, hacer ejercicio, alimentarse sanamente, evitar el alcohol y el tabaco, y mantener contacto lo más posible con amigos y parientes.
Hasta no hace mucho, el mundo científico no había tomado muy en cuenta el aspecto emocional de la conciencia, y por ello las diversas iniciativas siempre estuvieron plagadas de inexactitudes. La ciencia aún no sabe con certeza qué es un sentimiento, pero es innegable que vivimos a través de los sentimientos.
Desde hace algunos años el interés por explorar las emociones se ha incrementado. En psicología se habla de un nuevo «giro emocional». Libros como La inteligencia emocional de David Goleman o El error de Descartes de Antonio Damasio, ambos procedentes de las neurociencias modernas, han contribuido a tomar en cuenta el enfoque emocional.
Las emociones juegan un papel importante en cualquier acontecimiento psíquico o social, como los estallidos de violencia, las revoluciones y las guerras o, en general, en todo lo que ocurre a diario en el ámbito familiar, social y profesional, Actualmente, en la convivencia con la pandemia concurren de manera exponencial los impactos causados por las prolongadas restricciones, las cuales afectan emocionalmente a todos los humanos.
Lucas Santaella