* Por Alfredo Guillermo Bevacqua
Como consecuencia de la renuncia del Dr. Vales, a la vicepresidencia municipal de nuestra ciudad, hoy asumirá en su reemplazo la actual concejala Viviana Sansoni, quien hasta la fecha es la vicepresidenta 1ra. del cuerpo deliberativo.
El apellido Sansoni está ligado con fuerza en la historia institucional uruguayense; si bien en oportunidades que el Dr. Vales estuvo ausente por motivos personales o porque se encontraba a cargo de la presidencia municipal por ausencia del titular Dr. Oliva, la concejala llegó a presidir varias sesiones del Concejo, ahora se convertirá en su titular en forma efectiva, en un cargo que ocupó su abuelo, el Sr. Juan Antonio Sansoni, quien lo hizo desde el 25 de mayo de1973 hasta el fatídico 24 de marzo de 1976.Don Juan –como con cariño y no poca admiración- se lo llamaba. Era un trabajador del viejo y querido “Ministerio”, que llegó a contar con 2.000 empleados, constituyéndose en la principal fuente de trabajo en la ciudad y una de las más importantes de la región.
La llegada del General Juan Domingo Perón –el único argentino elegido tres veces por el pueblo para ejercer la presidencia de la Nación- puso en superficie a los trabajadores que prontamente se alinearon en las filas del Partido Peronista.
En las elecciones municipales de1950 –los municipios elegían autoridad en ese entonces cada dos años- fue ungido por el voto popular para ejercer la presidencia municipal, reemplazando al Sr. Juan José Rizzo, quien ejercía el cargo desde 1948.Finalizado su mandato don Juan Sansoni, volvió a su trabajo en el “ Ministerio”, pero continuó siendo un referente del peronismo local. En marzo de 1962, bajo el gobierno del Dr. Arturo Frondizi, que con el peronismo proscripto, se había impuesto en las elecciones de 1958, don Juan Sansoni encabezó la lista del Partido “Tres Banderas”, que aglutinaba a los simpatizantes del proscripto peronismo; el escrutinio dio cifras contundentes en su favor.
Pero el grupo de militares, caracterizados como “colorados” –el antiperonismo más recalcitrante – eran incapaces de respetar la voluntad popular, impusieron al Presidente que anulara las elecciones y pocos días después lo derrocaron, maquillando el golpe al imponer en la presidencia de la Nación, al titular provisional del Senado, Dr. José María Guido.
En julio de 1963 se realizaron elecciones en todo el país, siempre con el peronismo proscripto. El partido “Tres Banderas” (Independencia económica, Justicia Social y Soberanía política) aglutinó a un peronismo que pese a los fusilamientos y a las persecuciones se mantenía vital y vigoroso.
La fórmula para la Intendencia, fue encabezada por don Juan Antonio Sansoni acompañándolo como Vicepresidente Municipal, el Sr. Gregorio Capurro, un distinguido y muy respetado dirigente del gremio municipal. Se impusieron ampliamente, pero no pudo terminar su mandato, ya que el gobierno del Dr. Illia fue derrocado por un golpe militar encabezado por el Tte. Gral Juan Carlos Onganía, que preveía estar en el cargo 20 años y protagonizó una cinematográfica llegada a la inauguración de la Exposición de la Sociedad Rural en Palermo, de frac y en un carruaje tirado por varios caballos.
Como consecuencia de esto, Don Juan Sansoni no pudo terminar su mandato. Dejó su cargo con el reconocimiento del pueblo, que lo recordaría por su gestión, pero también como el “intendente” que se trasladaba a la sede de gobierno municipal, en su antigua bicicleta negra, de frenos a varilla. Pero en 1973, ante un nuevo fracaso, el gobierno militar llamó a elecciones.
El 11 de marzo el pueblo argentino ratificó –como si 18 años no fueran nada- que no “olvidaba los días felices”. Ganó Cámpora en primera vuelta y en ciudad el Sr. Carlos María Scelzi, acompañado de Orderico Monteverde fueron electo para el gobierno comunal. Encabezaba la lista de concejales del Frejuli (Frente Justicialista de Liberación), el Sr. Juan Antonio Sansoni, que por el voto de sus pares en el Concejo fue elegido para presidirlo.
Fue un Concejo, sin sesiones estridentes, primó el consenso y todas las ordenanzas fueron discutidas en orden y aprobadas, casi en su totalidad, en forma unánime. Pero en esta “historia, hermosa pero desgraciada”, a partir del 24 de marzo de 1976, la Argentina comenzó a vivir lo nunca vivido antes, que sólo se recuerda para que no se repita. Don Juan no pudo terminar su mandato. Volvió al llano y en 1981 murió. Tenía 76 años. Hoy su nieta –Viviana- asumirá la presidencia del Concejo Deliberante, ocupando el lugar quesupo honrar su abuelo.
Necesitarán consenso para la mayoría
La ley n° 10.082, modificatoria de la 10027, modifica el artículo 99 de esta última; establece que las decisiones del Concejo Deliberante serán tomadas a simple mayoría, salvo determinadas excepciones que exigirán las dos terceras partes de la totalidad de los miembros del Concejo. Las excepciones son: enajenar o gravar los bienes o rentas de propiedad municipal, contraer empréstitos o crédito público con destino al financiamiento de gastos corrientes; para corregir o excluir a un concejal; para insistir en una ordenanza vetada por el Departamento Ejecutivo Municipal; para disponer una consulta popular; para la delegación y concesión de servicios públicos; para designar las ternas de ciudadanos que se propondrán para el nombramiento de los Jueces de Paz de su jurisdicción y para excluir del recinto de sesiones a personas ajenas al Concejo que generen desórdenes. Para cualquiera de estos casos se necesitarán ocho votos, ni el oficialismo (7), ni la oposición(5), disponer de los 2/3. Para conseguir los 8 votos será inevitable el consenso o la negociación entre bloques. Cabe acotar que la sesión en la que se tratará la renuncia de Ricardo Vales se llevará a cabo a las 10:00.