Uruguayense en la creación de importante avance científico

Nacieron en Argentina los primeros potrillos a partir de fecundación in vitro de óvulos criopreservados. El proyecto fue desarrollado por la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agrarias de la Universidad Católica Argentina (UCA) y constituye un importante avance científico, ya que se trata de los primeros nacimientos por esta técnica en el país y los segundos a nivel mundial. En él, participó el ingeniero de producción agropecuaria, el uruguayense Gabriel Clérico, quien llevó adelante los experimentos como parte de su trabajo doctoral. El caballo es una producción pecuaria de gran importancia económica y cultural.
Argentina es el tercer productor mundial de embriones equinos y se estima que por cada caballo que ingresa en el sistema se generan, al menos, siete puestos de trabajo. El caballo se encuentra arraigado a nuestra historia e identidad cultural, siendo Argentina una de las grandes exportadoras de conocimiento relacionado al equino y uno de los mayores productores de genética a nivel mundial. Por ello, el desarrollo de herramientas biotecnológicas que permitan acompañar la conservación y el mejoramiento de la especie es de importancia estratégica. Fue a comienzos de este año que los investigadores lograron criopreservar óvulos de yeguas. En las especies mamíferas, la preservación de la genética de la hembra mediante la criopreservación del óvulo (u ovocito) es compleja ya que el gran volumen de esta célula resulta en la formación de cristales de hielo letales durante el congelamiento. La célula reproductiva de la hembra (óvulo u ovocito en especies domésticas) posee, comparativamente con otros tipos celulares, un gran volumen. Ello determina que se formen cristales de hielo intracelular durante el proceso de enfriamiento, una condición letal para la supervivencia de la célula.
Para conservarla es necesario utilizar una técnica de enfriamiento ultra-rápida denominada vitrificación, mediante la cual se alcanza una estabilización en estado ‘vítreo’ sin hielo permitiendo su conservación en nitrógeno líquido por tiempo indefinido.
A diferencia de la técnica de clonación, donde no hay recombinación del material genético, la conservación y fecundación de un ovocito permite el cruzamiento entre individuos y contribuye a aumentar la variabilidad de una especie o raza. El uruguayense Gabriel Clérico, investigador del laboratorio de UCA y becario Conicet, llevó adelante los experimentos que resultaron en el nacimiento de los potrillos como parte de su trabajo doctoral. El especialista observó que durante el proceso de vitrificación el ovocito experimentaba ciertos cambios a nivel oxidativo y de funcionalidad mitocondrial similares a aquellos observados durante el envejecimiento. Esto lo llevó a evaluar la hormona melatonina, un poderoso antioxidante, como estrategia para reducir el efecto oxidativo durante la vitrificación.