Una pésima organización

Sr. Director:
Como persona mayor a 60 años, que tiene diabetes, hoy me acerqué a las 8 de la mañana al CEF para recibir la vacuna contra el Coronavirus y me encontré con un escenario que realmente me indigno.
¿Como es posible que a todos los adultos mayores nos hayan tenido más de una hora afuera? Estábamos en la intemperie, tirados como perros, muchas personas grandes que por la edad u otros problemas no podía estar mucho tiempo parado tuvieron que arrodillarse o sentarse en el suelo.
Nadie nos acercó ni una silla, tampoco habían delimitado la distancia por lo que había varios que no estaban a dos metros de distancia.
Estábamos en el playón del CEF, con frío, porque hoy temprano la temperatura no pasaba los 10 grados y ni hablar la sensación térmica. Podríamos haber sido los abuelos o padres de los enfermeros y que conste que nadie los ataca a ellos. Esas personas son ángeles que nos cuidan y dan todo de ellos para poder cumplir cobrando un sueldo paupérrimo, pero están en la primera línea luchando.
Mi queja llega para las autoridades encargadas de organizar la vacunación, porque sí invitan a que cualquier persona mayor a 60 años o de entre 18 y 59 años que tengan alguna enfermedad concurra es obvio que con la desesperación de lo que estamos viviendo, se va a acercar un malón de gente y ni hablar de los que se fueron y no se aplicaron la dosis.
Entonces, para buscar el voto están todos pero para cuidarnos nadie, es así. Ojalá que sí hoy siguen con la aplicación, de mínima alguien piense en darnos una silla o un lugar más resguardado para esperar porque que seamos viejos no nos hace que seamos desechables ni entes que no sufren. Porque sufrimos y mucho.
Ojalá alguien lea esta carta y comprenda el dolor que sentí al tener que vivir esa situación tan fea.
Lorena Noir