Una investigación por venta ilícita de fusiles de caza en la provincia de Entre Ríos derivó en el hallazgo de una comercializadora informal de armas de guerra en Rosario, a cargo de tres policías en actividad de la Unidad Regional II, quienes fueron atrapados en distintos allanamientos este lunes, donde además se decomisaron pistolas, revólveres, fusiles y cajas de balas en una casa de Bermúdez al 6600, en barrio Saladillo.
La pesquisa descubrió una asociación ilícita integrada por policías que se dedicaban, según estiman los investigadores, a vender armas en una de las zonas más sometidas a los estragos de las reiteradas balaceras en Rosario. El lunes por la mañana, en un depósito de Tablada se encontraron 10 pistolas, la mayoría de calibres 9 y 45 milímetros, un revólver 3.57 Magnum, nueve armas largas y 50 cajas de municiones.
El total de lo incautado desde marzo a la misma organización asciende a 20 armas largas entre fusiles, escopetas y carabinas; once pistolas de calibre 9 milímetros, 45, 38 y 32. También 800 municiones para los fusiles y 2500 para revólveres y pistolas, las normalmente utilizadas en balaceras. Al menos tres policías comparecerán el jueves en audiencia imputativa acusados de venta ilegal de armas y asociación ilícita. Una armería legal quedó implicada.
El caso se presenta como una de las explicaciones sobre la proliferación geométrica de armas ilegales y potentes en manos de civiles, en una ciudad donde los delitos de abuso de armas, homicidios y heridos de armas de fuego son un factor crítico endurecido y perdurable. Con la participación presunta de policías que son los que deben conjurar estos graves delitos.









