Sr. Director:
Cada 24 de marzo es diferente al anterior y más con una pandemia de por medio pero eso no evitó que una vez más, traigamos a la memoria de todos los vecinos de Concepción del Uruguay y de la Argentina, los nefatos acontecimientos ocurridos durante la última dictadura cívico-militar.
Un golpe de Estado al gobierno de turno, que dejó un saldo de 30 mil desaparecidos y un sinfín de torturados que hoy por hoy, pese a poder contar la historia, recuerdan con dolor todo lo sucedido.
Que importante es que, año tras año, podamos seguir recordando y homenajeando a las víctimas de los fascistas que ya en el poder, se dedicaban a hacer negocios turbios, matar enemigos y querer consolidarse todo el tiempo que ellos deseen. Pero no fue así, porque el pueblo argentino se reveló, porque podemos pasar por muchas crisis pero a partir de ese golpe nos levantamos y nos hicimos oír, porque como relatan las madres y abuelas de plaza de mayo que continúan con sus pedidos de encontrar a los nietos que faltan explican, luchaban porque era lo único que tenían y no se lo podían sacar.
A medida que pasa el tiempo van apareciendo lentamente desaparecidos, de a poco, se van conociendo hechos de aquella época y los que todavía quedan por recordar.
Como cada 24 de marzo no hay que sucumbir ante los relatos de aquellos negacioncitas que expresan con odio en su boca: “no fueron 30 mil”. No hay que sucumbir ante ellos, es necesario que las generaciones venideras crezcan conociendo el crudo relato de lo vivido y como una sociedad unida logró salir adelante. Es necesario y fundamental que el Estado brinde la ayuda necesaria para que se conozca toda la verdad y se condene con firmeza a los responsables de tan aberrantes hechos. Por eso, como cada 24 de marzo, grito y pido por Memoria, Verdad y Justicia.
Gladys Zalazar