Un docente en pandemia y en el final de su carrera

Señor director:
La pandemia va dejando muchas historias en diferentes ámbitos y la educación es uno de ellos.
Raúl Chudoba es docente, tiene 56 años y lleva 29 en el ejercicio de la docencia; pero jamás pensó estar atravesando una situación como la actual y en el tramo final de su carrera.
Me tocó conocerlo y ser alumno suyo en un curso de portugués hace algunos años, pero pese a no verlo con frecuencia desde entonces, me quedó una especie de “relación” humana donde solemos hablar de diferentes temas cuando nos cruzamos: fútbol, política, costumbres y en esta última oportunidad fue la pandemia.
Lejos de estar cómodo con su actualidad, reflexionó al respecto con La Calle sin saberlo.
Al ser un docente de trayectoria en la ciudad, me interesaron particularmente sus sensaciones con respecto a la pandemia y la educación, quizás la última actividad que volverá a su funcionamiento habitual.
“Este año me estoy jubilando de algunos trabajos y de otros no (dicta clases en UCU, Universidades del Litoral, UADER y UTN) No me puedo ver jubilado y sin actividad, me muero. Imaginate que durante esta pandemia me encerré y soy una persona que necesito estar en contacto con los alumnos sí o sí, actualmente estoy lleno de alumnos por Zoom. Creo que fue el año que más alumnos tuve”, comenzó.
“Extraño enormemente estar vinculado con los alumnos, física y presencialmente. Esta situación la tuve que laburar bastante desde el aspecto psicológico; ya que necesito el contacto con la facultad, el pasillo, el personal, secretarías y todo lo referente al ámbito universitario. Hacé de cuentas que un día me cerraron la puerta y me dejaron adentro de casa dando clases virtuales”, agregó.
Raúl no es una persona que minimice la pandemia y es consciente de la necesidad del actual distanciamiento, como medida adecuada para evitar la propagación del covid-19. Pese a esto, noté en él un entusiasmo indisimulable por volver a la vida universitaria y docente; algo que hasta el momento me costó encontrar en trabajadores del rubro.
Sin necesidad de ofender a nadie y mucho menos atacar al sector docente, ya que todos sabemos y comprendemos de lo inviable que es la vuelta a las aulas en medio de esta situación mundial, no quería dejar de reproducir las sensaciones de un docente que anhela volver a su vida universitaria, pero sabe que por el momento es imposible.
Está claro que las diferentes experiencias para intentar volver a las aulas no dieron resultados en ninguna parte del mundo. Israel, Uruguay y la provincia de San Juan, por tomar un espectro bien variado, debieron dar marcha atrás en esta iniciativa; pese a que algunos sectores del país la intentan instalar como una posibilidad.
Matías Dalmazzo