Ultrafalsos

Los deepfakes (videos falsos de personas que aparentemente son reales) se han popularizado en las plataformas de redes sociales, especialmente en aplicaciones centradas en videos como TikTok. El año pasado, el actor Tom Cruise fue la «estrella» de una serie de videos falsos. Se le vio chupando y masticando un chupetín, diciendo tonterías, bailando y cayéndose torpemente mientras contaba una historia. Los videos se hicieron tan populares y tan convincentes que su creador, llamado Chris Umé, cofundó una nueva compañía, Metaphysic, para producir comerciales asistidos por inteligencia artificial y películas restauradas. Los videos falsos hiperrealistas del actor de Hollywood tuvieron 11 millones de visualizaciones. En 2018 BuzzFeedVideo subió a Youtube un video en el que aparecía Barack Obama diciendo cosas que en realidad nunca había dicho. El video, creado con IA y una voz en off casi perfecta proporcionada por un comediante encendió todas las alarmas en la dirigencia política. No obstante, la tecnología de edición digital ha seguido evolucionando. Algunas empresas ofrecen programas para editar videos en tiempo real. Es decir, alguien que está siendo filmado puede estar al mismo tiempo siendo manipulado desde un celular y esas imágenes pueden ser viralizadas en vivo. Aunque, Meta (Facebook) afirma que sus equipos de control detectan y eliminan los videos “que inducen a un error de interpretación”, admitió también que “esta política no se extiende al contenido que es parodia o sátira, o que se edita para omitir palabras que se dijeron o cambiar el orden de las palabras”. Por tratarse de una tecnología nueva, aseguran, los autores de las falsificaciones son casi exclusivamente adolescentes, quienes lo hacen por ingenua “diversión”. Pues bien, ¿cuánto tardarán ese tipo de videos en introducirse en las campañas políticas? Nada, por supuesto, ya se han visto videos de Putin reconociendo “el fracaso” de la invasión a Ucrania. Las plataformas de redes sociales se cuidan de que sus usuarios no sobrepasen ciertos límites. Pero, ¿qué sucederá por estos lares? ¿Serán tan estrictos sus expertos y verificadores de contenido como en sus países de origen? Los deepfakes, también llamados videos ultrafalsos, ya se utilizan para acosar a las personas, sobre todo a las mujeres. Basta escribir en el buscador de Twitter: #deepfake para comprobarlo. Si lo hace, asegúrese de que no haya niños cerca porque los resultados son tan vulgares como impactantes: video tras video muestran a mujeres en escenas pornográficas, con rostros de otras mujeres superpuestos.