Luego de varios días de incertidumbre y tensión judicial, fue declarado culpable Alcides
Rubén Rodríguez, tras ser juzgado en la ciudad por un tribunal popular por delitos de índole sexual, en perjuicio de su entonces hijastra, cuando ella tenía entre 12 y 28 años.
Luego de varios días de incertidumbre y tensión judicial, este martes por la tarde fue declarado culpable Alcides Rubén Rodríguez; quien era juzgado en la ciudad por un tribunal popular por delitos de índole sexual, en perjuicio de su entonces hijastra, cuando ella tenía entre 12 y 28 años.
Primero finalizó la etapa donde pueden presentar pruebas la Fiscalía, representada por Gabriela Seró; y la Defensa Oficial, a cargo de Alejandrina Herrero y Valeria Irel. Más tarde y luego de ser instruidos por el juez técnico Nicolás Gazali, los integrantes del jurado declararon culpable A Rodríguez.
La incertidumbre y el desconcierto transitaron de manera fluida por los pasillos del edificio ubicado en la esquina de San Martín y Juan Perón, ya que este juicio cobró relevancia por los hechos denunciados y por las posteriores amenazadas virtuales que realizó el acusado.
Todavía están latentes en la cabeza de cualquier ciudadano el video que se virilizó la semana pasada, donde Rodríguez realizó amenazas directas contra la víctima, testigos y autoridades judiciales; apuntó principalmente contra la fiscal Gabriela Seró: “Ustedes lo quieren cagar al tío, no se aprieta a la gente así, doctora, aprendan que hay un dios y que su reinado de maldad tiene fecha”, declaró en un video que él mismo grabó con su celular, en la intimidad de la vivienda donde se encontraba recluido.
Alcides Rubén Rodríguez, de 48 años, era integrante de Gendarmería Nacional y fue dado de baja luego de quedar imputado por: “Abuso sexual gravemente ultrajante reiterado, abuso sexual con acceso carnal reiterado agravados por la convivencia preexistente, privación ilegal de la libertad agravada, amenazas reiteradas y desobediencias reiteradas a una orden judicial; todos los delitos en concurso real en contexto de violencia de género”. Según denunció la víctima en su debido momento, su padrastro la mantuvo amenazada durante más de una década y media; abusando de ella hasta en su lugar de trabajo, en la División Canes de la Gendarmería.
El ex integrante de la fuerza de seguridad nacional permanece recluido en la alcaldía de la Comisaría Primera, donde deberá esperar unos días más para saber cuántos años pasará tras las rejas. Esto ocurrirá en los próximos días, cuando se desarrolle la Audiencia de Censura; donde la fiscalía realizará un alegato que permita una condena justa para la víctima, pero finalmente el juez uruguayense Nicolás Gazali será quien imponga la pena definitiva.
