General Electric, Johnson & Johnson, y Toshiba, anunciaron estae semana que dejarán de ser un conglomerado para ser varias empresas. Se trata de un movimiento de fondo reclamado por los mercados, destinado a ofrecer coherencia al tiempo que privilegian los sectores de crecimiento.
Concretamente, General Electric dará origen a tres grupos que cotizarán por separado, dedicados respectivamente a aviación, salud y energía, al igual que Toshiba que creará dos nuevas empresas además de su estructura existente.
Johnson & Johnson, en tanto, separará sus productos de gran consumo del resto de la empresa que reunirá principalmente los equipos médicos y medicamentos, entre ellos las vacunas, para hacer una nueva empresa que cotice en bolsa.
«Esto ilustra una tendencia que está en marcha desde hace más de 20 años y que empuja a las empresas a concentrarse en un solo mercado», analiza Michael Useem, profesor de la universidad Wharton y especialista en reestructuras industriales.
Esta serie de anuncios «destaca el hecho de que el conglomerado diversificado, incluso si ocupó un lugar enorme en la historia económica estadounidense, está en vías de extinción».
La semana pasada DuPont, que ya era independiente desde la escisión, en 2019, del gigante DowDupont, también anunció un cambio estratégico y la salida del grupo de una cartera de productos industriales.
No todos los conglomerados que se dividen tienen problemas. «J&J es una linda empresa», recuerda Jim Osman, director de la consultora The Edge y especialista de los «spin-off» (separación de una parte de un todo). «No hay buena y mala actividad» en el seno del grupo, insiste. «Hay dos buenas ramas que (los directivos) consideran que pueden brillar solas».
Para este especialista, la secuencia está vinculada a la evolución de Wall Street, que va de récord en récord desde el inicio del año.
«Las empresas tratan de crear valor con spin-offs cuando estamos cerca de máximos bursátiles», explicó. «Es normal. No se puede impulsar más el crecimiento» de la acción sin afectar la estructura misma de la empresa, añadió.
Aunque los ejemplos se multiplicaron recientemente, «la división de grandes empresas no es estrictamente necesaria», afirma Howard Yu, profesor de la escuela IMD de Lausana, Suiza. Algunos como el estadounidense Honeywell, están bien posicionados y son bien considerados por los inversores. Amazon por ejemplo, está presente en la nube, tiendas de alimentación, comercio en línea y contenidos de video y audio, todos dominios a priori diferentes. La firma ve, y con ella los inversores, «el beneficio de la complementariedad, que refuerza cada elemento del ecosistema», según Howard Yu.
Pero para Useem, el mercado podría pedir pronto a los gigantes de la tecnología, Amazon o Google (Alphabet) entre otros, escindirse.