El sector del radicalismo que se reunió esta semana con el intendente brindó detalles del encuentro en el municipio.
Por: Martías Dalmazzo.
Durante el transcurso de esta semana, el intendente Martín Oliva se reunió con un sector del radicalismo local, donde se hablaron y debatieron diferentes temas. Debido a esto, la redacción de La Calle entrevistó a Oscar Treppo, presidente del Comité Ciudad de Concepción del Uruguay de la UCR. El entrevistado brindó detalles del encuentro y además se animó a dialogar sobre la actualidad del partido que representa.
¿Cuál fue el objetivo de la reunión que mantuvieron representantes de la UCR con el intendente Martín Oliva?
Dejar abierto un canal de participación y de diálogo. Al principio de la pandemia nos ofrecimos a colaborar en lo que sea, con Pablo Lombardi (director del hospital Urquiza) por un lado y con el Municipio por el otro. Entonces, el intendente estaba muy contento y nos comunicó por intermedio de Martín Garay que nos quería recibir. Lógicamente desde nuestro espacio tenemos varias cosas para reclamarle, pero una de las que solemos criticarles a los gobierno municipales son las prioridades. Es así que una de las pocas obras públicas que se están haciendo es en el boulevard Montoneras. Entiendo perfectamente que se eligió encarar este proyecto para tratar de mantener el movimiento del sector, lo cual me parece perfecto, pero también se podrían hacer otras obras. Al mismo tiempo, una de las cosas que me sorprendió gratamente de la entrevista con el intendente, es que ha hecho un convenio con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) para el control de la obra pública.
¿Qué más hablaron?
Pedimos actualizar el boletín oficial para que realmente sirva para lo que es: informarse de las acciones de gobierno. Además, reclammos por la Carta Orgánica Municipal; para plantear en ella una modernidad, una guía, una idea de futuro y todo lo que significa tenerla.
¿Cuál es la situación del partido radical en la ciudad?
Todos los radicales y no radicales que saben de la necesidad de un partido político grande entendemos que el espacio necesita resurgir. En este contexto, hay dos grandes formas de activar una institución: desde las bases o desde arriba. Desde arriba vemos que no, entonces debemos tratar que cada departamento de la provincia tenga un radicalismo en marcha y pujante; con la posibilidad de ascender dentro de Entre Ríos. Si conseguimos esto, tal vez en Santa Fe y Córdoba ven nuestro trabajo y el partido empieza a ascender ahí también. Pese a que más de uno me mira mal cuando lo digo, creo que Ricardo Alfonsín nos hizo mucho mal, debido a que dejó la vara muy alta. A su vez, no le damos bola a Alfonsín dentro del partido; ya que alguna vez dijo que debemos seguir ideas y nosotros seguimos buscando a su reemplazante. Alfonsín es irremplazable, pero el radicalismo sigue y tiene que hacerlo. Argentina, Entre Ríos y Concepción del Uruguay necesitan del radicalismo; pero necesitan al partido funcionando. No sé si ese funcionamiento que necesitamos es esa relación de ida y vuelta que tenemos con Oliva y Garay. Hay cierta permeabilidad positiva en la actual intendencia.
¿Cómo está el proyecto de reactivar la sede del partido en la ciudad?
Primero intentamos un canje, pero no funcionó; ya que no nos daban algo que nos convenza. Lógicamente, con los que negociamos querían hacer negocios ellos solamente. Nuestra línea interna, que comparto con el “cholo” Aguirre, Guillermo Vázquez, Ernesto Bulay y Víctor Orcellet, siempre dijimos que estamos dispuestos a la utopía de levantar la casa que está en calle Artigas. Cuando estábamos haciendo unos números y estimaciones para empezar a hacer algo, nos agarró la pandemia. Pese a esto, los arquitectos Alegre y Solte Wilde están trabajando desde principio de año en un proyecto de mínima restructuración, con la intención de empezar a reacondicionar un salón y un baño en principio. La idea es refaccionar la casa, para transformarlo en un valor agregado y así entusiasmar al partido.
¿Qué necesita el radicalismo?
Tener proyectos y soluciones para cosas que pasan. Continuar con la crítica, pero no salir a hablar después que ocurran los acontecimientos. Necesitamos aportar soluciones locales, provinciales y nacionales.
Esto se lo dijimos al intendente Oliva y él parece escucharnos, ya que he notado que algunas cosas que le sugerí las terminaron haciendo. Igualmente es difícil encontrar un equilibrio; a algunos dentro del partido puede no gustarle nuestro acercamiento a Oliva, hace unos días una correligionaria me castigó por este vínculo. Desde mi punto de vista no está mal mantener diálogo con la actual intendencia, aunque no debemos cederles la iniciativa de todo. Como partido necesitamos tener esperanzas, proyectos y posturas sobre todos los temas; pero lo más imperioso para el radicalismo es un peronismo distinto.
¿A qué se refiere con un peronismo distinto?
Uno que realmente se interese por la gente, con vocación de servicio y no solamente pensar en ganar la próxima elección; que suele dejar la sensación de que todo vale. Cuando esto ocurra, se daría la famosa alternancia que tanto se necesita como sociedad, donde cada espacio debería trabajar para estar mejor que el otro para ganar la elección. Igualmente, hay que reconocer que nosotros como partido hemos perdido el tren en la ciudad.
¿Cuánto falta para que el radicalismo tenga un candidato propio, sin formar parte de un frente electoral?
(Luego de un silencio y un suspiro, arranca a responder) Hay un consenso dentro del radicalismo: la lista 3 es una utopía. Igualmente, una cosa es no ir con la lista 3 y otra es ir furgón de cola en una lista. Nos falta trabajo y entusiasmo para lograr convencer a los uruguayenses de que es posible tener en la ciudad un gobierno no peronista. Siendo sincero, podemos hacer una lista, pero hoy es imposible conformar una candidatura para la ciudad dentro del espacio. Hay que reacomodar los tantos y ver cómo seguimos, luego de la derrota electoral que tenía al macrismo como cabeza. Hoy no sabemos si Mauricio Macri sigue o no sigue, se convirtió en un ex candidato twitero.
Habría que repensar el espacio, en base a respetar estas conclusiones: Macri ganó gracias al radicalismo, pero también el partido formó parte del gobierno gracias a su figura; uno sin el otro no llegaba a ninguna parte. La UCR aportó muchos intendentes y gobernadores, ya que había lugares donde el PRO no tenía fuerza.
¿Se puede pensar en las elecciones del año que viene?
Hoy estamos en condiciones de empezamos un proyecto, que puede llegar a tener forma para las elecciones de 2023 o 2027. Si nosotros queremos participar en una elección local y tener la esperanza de ganarla, hay que recorrer el 99 por ciento de la ciudad y varios lugares visitarlos más de una vez. Además, es indispensable tener absolutamente toda la información local.
¿Crees que ir por adentro de Cambiemos perjudicó la candidatura de Ernesto Bulay en 2019?
Es probable que, si hubiéramos ido por fuera, podríamos haber metido uno o dos concejales, como lo hizo Daniel Steren por ejemplo. Por otro lado, si queremos pensar en una plataforma electoral para 2023, tenemos que iniciar el trabajo sin candidatos si es posible o un bien con un candidatazo que arrastre de entrada. A esto hay que sumarle un proyecto bien explicado.
¿Cuáles serían algunas puntas de ese proyecto?
Hay varias cosas que el ciudadano uruguayense ha adoptado como propias y no está bien.
¿Por ejemplo?
El tránsito y la basura no la hacen ni Lauritto ni Oliva, es nuestra responsabilidad como ciudadanos. En esto; podemos decir, entre comillas, que un gobierno radical va a ser doloroso para la gente. Primero la ejemplaridad, si vos propones un sistema para el tránsito o la basura; el primer impacto va a ser de un grupo mayoritario de gente que se va a sumar a la propuesta y después trabajas con el resto. Los mismos vecinos se van a encargar de hacerle ver al resto que lo que se está haciendo está bien. Necesitamos una ciudad previsible; debemos saber que si nos desviamos de una norma impuesta, estás jugando con fuego y el castigo se tiene que hacer efectivo. Así se pueden curar un montón de males que tenemos. Los servicios tienen que ser buenos y estar en mejora permanente. Es indispensable una ciudad sustentable y también que cuide su historia. El agua y la cloaca deben ser impecables, no puede ser que desde el 2007 venga el proyecto del Plan Maestro de Agua. Al respecto tenía otra idea; ubicar el sistema de tratamiento de agua en el oeste: llevas el agua cruda por las vías y la traes potabilizada a la ciudad, franjeando la localidad de sur a norte.
¿Cuánto perjudicó al partido a nivel local, la convención de 2015 en Gualeguaychú?
Seguramente mi apreciación sería distinta si hubiera ganado Juan Orrico, permitiendo así la intervención de muchos radicales trabajando en la ciudad. Lamentablemente, nunca pudimos hacer funcionar bien la Mesa de Cambiemos en el orden local, la cual existió mientras estábamos en campaña; luego no podíamos ni emitir comunicados conjuntos. Había cosas que no coincidíamos a nivel ciudad. Pese a esto, quiero dejar en claro que hoy hay más actividad política en pandemia que si no la hubiera, teniendo presente que no es un año electoral.