Evaluan cómo certificar la sanidad de los pollos entrerrianos y prevenir la gripe aviar.
El secretario de Agricultura de Nación, Juan José Bahillo, y el ministro de Economía, Hugo Ballay, se reunieron en el Centro Provincial de Convenciones en Paraná con productores avícolas, referentes del sector y del Senasa y definieron acciones para recuperar el status sanitario en Argentina, tras la suspensión de exportaciones por la gripe aviar.
Bahillo explicó que la reunión fue un pedido del gobernador Gustavo Bordet «para poder salir de esta situación lo más pronto posible, sabiendo que no son decisiones unilaterales, sino que se trata de negociaciones bilaterales con cuestiones comerciales y sanitarias de otros países”.
Asimismo, precisó que se avanzó en gestiones con financiamiento y aporte al sector para atender esta situación de excepcionalidad. Entre Ríos exporta carne de pollo a más de 50 países. Cinco tienen el mayor porcentaje: China, Sudáfrica, Arabia Saudita y Chile, además de la Unión Europea. A China va el 55 por ciento de estas exportaciones entrerrianas.
“Para restablecer rápidamente el flujo comercial a estos cinco destinos hay que trabajar en cuestiones sanitarias que le garanticen o les den confianza de que no hay un tráfico entre una región que pueda estar afectada por la influenza aviar y las que no”, añadió el funcionario nacional.
En el encuentro participaron de manera presencial y virtual referentes de las firmas avícolas entrerrianas, funcionarios nacionales y provinciales de sector y del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Argentina perdió el status como país libre de influenza aviar y «autosuspendió» las exportaciones. Esto impacta de manera más importante en Entre Ríos que en el resto del país, porque el sector exporta un 17 por ciento de lo que produce. De esa proporción, el 70 por ciento lo producen las seis empresas que estuvieron en la reunión. Bahillo admitió que «se pueden generar inconvenientes si no logramos restablecer rápidamente los vínculos comerciales». Además se busca «evitar, bajo todas las medidas de bioseguridad que se puedan implementar en las granjas, que no ingrese la enfermedad directamente a una de nuestras granjas avícolas”.