Trabajadores de Granja Tres Arroyos inician paro total en Concepción del Uruguay por impago de salarios

La medida se suma al cierre del Frigorífico Beccar y afecta a las plantas La China y Molino Piensos. Los empleados denuncian atrasos sistemáticos en el pago de quincenas y exigen el inmediato cumplimiento de las obligaciones salariales.

La crisis laboral en Granja Tres Arroyos se profundizó este jueves con el inicio de un paro total de actividades en sus plantas de Concepción del Uruguay, en respuesta al incumplimiento en el pago de la quincena y los salarios mensuales. La medida surge tras días de asambleas y acciones de fuerza que no lograron respuestas de la empresa.



Miguel Klenner, secretario del Sindicato de la Alimentación, confirmó que los trabajadores mantendrán la medida de fuerza hasta que se regularice el pago de los haberes adeudados. «Hay malestar en los trabajadores porque la empresa no está cumpliendo con los pagos», señaló el gremialista, anunciando que realizarán una presentación formal ante la Secretaría de Trabajo por los incumplimientos.

La situación se agravó con el inminente cierre del Frigorífico Beccar, confirmado por Sergio Vereda, secretario general del Sindicato de la Carne. El establecimiento cesará sus actividades el próximo lunes, fecha en la que sus trabajadores serían reubicados en el turno tarde de Granja Tres Arroyos.

Mientras tanto, los empleados del Frigorífico Beccar también reclaman el pago de la quincena, tras haber recibido solo el 20% del total adeudado. En respuesta, realizaron una asamblea esta madrugada donde decidieron implementar un esquema de protesta que incluye asambleas de 45 minutos cada dos horas de trabajo.

En Molino Piensos, planta dedicada a la producción de alimentos balanceados para aves que abastece a las granjas de Tres Arroyos, los trabajadores también se encuentran en estado de asamblea permanente ante la falta total de pago de las cuotas quincenales.

Los empleados calificaron la situación como «insostenible», señalando que la empresa viene arrastrando atrasos salariales que en quincenas anteriores llegaron a pagarse en hasta cinco cuotas. La incertidumbre sobre su futuro laboral se combina con la impotencia ante la falta de novedades sobre el pago de los haberes ya trabajados.