Señor director:
Molesto su atención para referirme a la cuestión sanitaria y el comportamiento imprudente que algunas personas adoptan en este tiempo (principalmente en los centros de veraneo con las denominadas fiestas clandestinas, la falta de distanciamiento social y del uso del tapabocas) que exige de responsabilidad ciudadana: por nuestro bien y el de los demás.
Si bien es difícil, después de varios meses de cuarentena, no es el momento para tirar todo ese sacrificio que, como argentinos hicimos, a la borda, pensando que en lo que está ocurriendo en Europa y que, no de tomar la cuestión a tiempo, es probable que en el otoño y el invierno padezcamos esa misma realidad.
Como sociedad, debemos preguntarnos: ¿queremos volver a vivir lo que sufrimos en 2020? Yo, como muchos ciudadanos, no. Pero parece que otros no toman la debida conciencia y magnitud del problema, por lo que no reparan en las consecuencias no solo para ellos sino para sus seres queridos y allegados.
Aprendamos del pasado y de lo que atraviesan los principales países de Europa con un sistema sanitaria casi al borde del colapso. No sea cuestión que debamos arrepentirnos cuando ya sea tarde.
Antonio González