Todos los datos

Por Ariel Vercelli

Cada vez que una empresa o una app solicita sus datos, ¿usted se limita a pulsar “Sí”? Si es así, no se preocupe, no es el único. Nadie puede esperar que los usuarios leamos los extensos términos y condiciones cada vez que usamos algún servicio, ni que evaluemos todos sus riesgos. Es como si nos pidieran que analizáramos la potabilidad del agua cada vez que tomamos un trago. Por eso presionamos «Sí» y esperamos lo mejor. Los usuarios no podemos prever los usos indebidos de la información personal que volcamos en las redes. Si este modelo de consentimiento individual se rompe, ¿qué nos queda? Algunos gobiernos han implementado normas de protección de datos que obligan a las empresas a solicitar nuestro consentimiento antes de recopilar nuestros datos. Pero hasta ahora todas las regulaciones han sido insuficientes. ¿Qué pasaría si existiera algo para defender nuestros derechos sobre los datos de la misma manera que un sindicato defiende los derechos laborales? ¿Y si tuviéramos el equivalente en datos a un médico que nos ayude a tomar decisiones sobre nuestra información? Los fideicomisos de datos ofrecen una idea de cómo podríamos conseguir justo eso. Los fideicomisos de datos son un concepto relativamente nuevo, pero su popularidad ha crecido rápidamente. En 2017, el gobierno de Reino Unido los propuso por primera vez como una forma de que poder poner grandes conjuntos de datos a disposición del entrenamiento de la inteligencia artificial. En 2020, la Comisión Europea presentó los fideicomisos de datos como forma de aumentar los datos disponibles para investigación e innovación. Y en julio de este año, el gobierno de la India hizo público un plan que incluye a los fideicomisos como mecanismo para ofrecer a las comunidades un mayor control sobre sus datos. En un entorno legal, los fideicomisos son entidades en las que algunas personas (fideicomisarios) se ocupan de un activo en nombre de otras personas (beneficiarios) que lo poseen. En un fideicomiso de datos, los fideicomisarios velarían por los datos o por los derechos sobre los datos de grupos de personas. Así como los médicos tienen el deber de actuar en el mejor interés de sus pacientes, los fideicomisarios de datos tendrían el deber legal de actuar en el mejor interés de los beneficiarios. Suena bien, pero resulta difícil imaginar que Facebook, por ejemplo, acepte tratar con algo así. Y los usuarios, tenemos pocas formas de obligarlo.