Señor director:
Mientras caminaba por el boulevard 12 de Octubre durante la mañana de este jueves, una mujer hacía lo mismo unos metros más adelante. La situación se desarrolló muy cerca de la escuela número 113, por lo tanto me dio más bronca aún.
Esta mujer, si se puede llamarla así, caminaba con dos enormes bolsas de basura y al llegar a la esquina del establecimiento educativo, tiró sus bolsas de basura en la vía pública sin la más mínima consideración y remordimiento por el acto que estaba llevando adelante.
Esta situación me llenó de bronca, ya que el conteiner de la basura estaba a una cuadra de donde ella desechó sus residuos, que seguramente no estaba clasificado como debería ser. Si bien es verdad que en esta zona solía haber más contenedores para la basura de los que hay ahora, tampoco le quedaba tan lejos el único que ahora existe en esa cuadra; sólo debía caminar algunos pasos más, pero parece que era mucha molestia y prefirió arrojar la basura en cualquier lado.
Debido a que siempre intento transmitir a las personas la necesidad de arrojar la basura donde es correcto, tuve la mala idea de hacer lo mismo con esta mujer, que lejos estaba de intentar hacer lo correcto. Fue así que no terminé de dirigirme a ella, que de manera inmediata emitió una catarata de insultos de su boca contra mi persona, como si lo que tuviese en la boca sería una cloaca y no una boca precisamente dicha.
Solamente le quise explicar que ese no era el lugar, que había un contenedor a una cuadra y que si se le complicaba yo podía llevar la basura una cuadra.
Esta reacción virulenta me obligó a, de algún modo, agachar la cabeza y hacer como que seguía mi camino. No estoy para discutir con este tipo de gente en la calle. Una vez que llegué a la esquina, me detuve y esperé que esta mujer violenta se retire de la zona, para luego volver, tomar la basura que estaba tirada en la calle y llevarla hasta el contenedor.
Además de que la basura en la vía pública afea el lugar y puede generar posibles focos de contaminación, también es muy peligrosa para estas jornadas con intensas lluvias, ya que caen grandes cantidades de agua y muchas veces los residuos tapan los desagotes, generando verdaderos ríos de agua en zonas que luego se anegan por completo.
Pese a este momento desagradable, tengo bien claro que voy a seguir adelante con mi postura de transmitir a las personas la necesidad de acopiar la basura en lugares que no generen complicaciones. No somos animales, nos diferencia de ellos la capacidad de entender lo que está bien y lo que está mal.
Alejandra Solís