A una semana del recambio de las 127 bancas en Diputados y los 24 escaños del Senado, se negocia contra reloj la composición de los bloques, con novedades sobre los representantes entrerrianos. La hoja de ruta gubernamental, y los desafíos del oficialismo y la oposición.
Por Mariano Osuna
Despedimos una semana política de negociaciones sobre distintos temas, sin grandes pistas de las definiciones post electorales que se esperan, tanto las que atañen la agenda gubernamental, las diversas instancias de diálogo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el ordenamiento de las distintas visiones de la coalición de Gobierno, el relanzamiento del programa de Gobierno postpandemia, especialmente las que intervienen en la economía doméstica, como también las que devienen de los resultados electorales, de la nueva configuración del Congreso desde el 10 de diciembre, de la agenda legislativa previa a la renovación de bancas, de la conformación de los bloques e interbloques, y de los posicionamientos públicos y de microclima respecto a los objetivos de los próximos 24 meses, entre aspiraciones legítimas y necesidades colectivas.
Esperando el 10 de diciembre
Las dos semanas posteriores a las elecciones del 14 de noviembre fueron un terreno hostil en la búsqueda del quórum necesario para la realización de una última sesión en la Cámara de Diputados, previo al recambio del 10 de diciembre. Todo el río corrido durante estos últimos días parece anticipar que no habrá sesión de despedida con la actual conformación de la Cámara. El nuevo escenario, con la asunción de 127 legisladores, mantiene al Frente de Todos como primera minoría con 118 bancas, conducido por Máximo Kirchner, seguido por el interbloque de Juntos con 116 escaños, donde el PRO es el bloque más grande, superando al histórico partido radical. Los socialistas de Santa Fe, los cordobeses de Juan Schiaretti, los bonaerenses que acompañaron al exministro de Economía Roberto Lavagna, más Florencio Randazzo, mantendrán el interbloque Federal, importante en el conteo del quórum durante los primeros dos años, y más ahora que el oficialismo tendrá dos bancas menos hasta 2023. También habrá un interbloque de la Izquierda de cuatro legisladores, el bloque liberal de Javier Milei y Luis Espert con la misma cantidad, el interbloque entre los partidos provinciales Juntos Somos Ríos Negro y el Frente Renovador de la Concordia de Misiones, también con cuatro, y una serie de monobloques con distintas características.
Por estas horas, las operaciones cruzadas por las jefaturas de cada bloque y de los interbloques, especialmente del actual Juntos por el Cambio, amenazan con las certezas actuales sobre la composición final de la Cámara Baja. En la UCR, sectores internos encabezados por Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, intentan sin suerte arrebatarle al cordobés Mario Negri la presidencia del bloque tras su derrota en las PASO de septiembre. Ambos manejan un subgrupo de legisladores que amenazan con romper el bloque y hacer rancho propio, siempre dentro del Interbloque, que tampoco tiene resuelto su jefatura, actualmente también en manos de Negri, pero con los porotos del PRO para hacer valer su supremacía e imponer a Cristian Ritondo, hoy en la presidencia del bloque puro amarillo. Lo propio ocurre con Emilio Monzó y Margarita Stolbizer, quienes ensayan la posibilidad de un bloque propio. Por ahora, es todo impostura e intento de demostración de peso propio, que incluye incluso a Rogelio Frigerio, entre rumores de similar estrategia al ex Presidente de la Cámara durante el gobierno de Mauricio Macri, con la oportunidad de conformar bloque con Gustavo Hein, ex intendente de Basavilbaso, proveniente del rubro empresarial dedicado a fumigaciones, muy cercano al ex ministro del Interior de Cambiemos. Siguiendo con las novedades entrerrianas, como anticipó Punto y Seguido, la columna política de los domingos de LA CALLE, Enrique Cresto continuará frente al Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento), privilegiando sus aspiraciones hacia la Casa Gris, la diferencia en la territorialidad desde el cargo nacional y la capacidad de gestión de una significativa caja de recursos sobre obras troncales para el desarrollo de cualquier comunidad. En su lugar, como también dio la primicia este diario, asumirá Tomás Ledesma, tercero en la lista, actual coordinador de los Asuntos Municipales de la Nación y dirigente de La Cámpora.
Por su parte, en el Senado de la Nación, que tendrá una última sesión el 9 de diciembre, el nuevo tablero se caracteriza por una primera minoría del Frente de Todos con 35 bancas, dos menos de las necesarias para el quórum, mientras que el interbloque Juntos lo sigue con 31 escaños. El rol de los bloques más pequeños, será trascendental para la dinámica legislativa de la Cámara Alta. Allí aparecen el interbloque Federal conducido por el salteño Juan Carlos Romero, y los bloques unipersonales de la cordobesa Alejandra Vigo, el ex gobernador de Río Negro Alberto Weretilneck, la misionera Magdalena Solari y la neuquina Lucila Crexell.
Tanto oficialismo como oposición tienen en sus cabezas en el Senado a representantes de Formosa: el Frente de Todos al peronista José Mayans y el interbloque de Juntos al radical Luis Naidenoff. Como en Diputados, no parece haber dudas sobre las autoridades en el peronismo, aunque el debate en la oposición aún debe algunos capítulos entre la esperanza de continuidad del formoseño y las expectativas del ex gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo. En el peronismo, algunos senadores que responden a sus gobernadores, incluido el entrerriano Edgardo Kueider, espada legislativa del mandatario Gustavo Bordet, ensayan la chance de un subbloque que transforme al Frente de Todos en un interbloque. Vaya coincidencia, tanto Frigerio como Kueider, apuestan a sus realidades provinciales, a un mejor posicionamiento en la negociación interna y externa de sus frentes, y a una postura que los oxigene frente a la disputa polarizada entre el peronismo y Cambiemos a nivel nacional.
Tiempo de acuerdos y definiciones
Como dijimos, fueron días de intensas charlas, las que implican las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, más en tiempos que el propio organismo hará una evaluación durante los últimos días de diciembre sobre el programa Stand-By, con la toma de deuda de 44.000 millones del país en 2018 durante la administración de Macri. Es un gesto simbólico, en momentos claves en los acuerdos posteriores, donde las economías endeudadas y en crecimiento del mundo posan sus ojos, en materia de antecedentes de reestructuraciones de deudas, pero también de la propia toma del crédito y del contexto de otorgamiento, más aún cuando se refiere a valores sin precedentes de deudas para las propias normas del FMI.
Distintos encuentros con las cámaras empresarias, con las cadenas alimenticias y con sectores del poder financiero, sintetizado en los últimos años bajo el rótulo de círculo rojo de la Argentina, marcan un intento de sentar algunas bases de entendimiento para el despliegue del plan de gobierno, demorado por la pandemia mundial. El Presidente sabe que la pelota está de su lado y que ya no quedan tantas oportunidades de errores no forzados. La economía, la que describe los tiempos de negociación con el FMI, pero también la que refiere a los salarios, a la economía doméstica, a los precios de la canasta básica, al shock de ingresos necesarios, requiere de definiciones claras y contundentes, que marquen ese horizonte post pandemia y vuelvan a poner a la iniciativa política como la prioridad luego de las elecciones. La capacidad del Frente de Todos de acercar posiciones, transformar la voluntad diversa en un plan de gobierno y destrabar una dinámica legislativa que trajo, especialmente en la Cámara de Diputados, sus dolores de cabeza, será crucial para la dinámica propia de esa agenda, con un abanico de ejes fundamentales que interpelan la distribución de la riqueza, el sistema tributario, las transformaciones impositivas, las estructuras fiscales, la generación de empleo, y la inyección del mercado interno y sus múltiples experiencias regionales. En otras palabras, los grandes temas que como sociedad nos merecemos.