Testigo complicó a jubilado que mató a un ladrón

“Levantaba la mano pidiendo ayuda y el hombre le volvió a disparar”, dijo ante la justicia.

La investigación para revelar qué fue lo que ocurrió en el caso del jubilado Jorge Adolfo Ríos, oriundo de Concepción del Uruguay y acusado de matar a un ladrón que entró a robar a su casa, sigue avanzando. La prensa tuvo acceso a la declaración del único testigo presencial del instante en que Ríos mató a Franco Moreyra y que quedó registrado por cámaras de seguridad.
El testigo, vecino de la zona de quien no se revela su identidad por cuestiones de seguridad, observó la escena a pocos metros de distancia a bordo de un Fiat Uno, que también quedó grabado por las cámaras de seguridad. Declaró que vio a Ríos dispararle en tres oportunidades a Moreyra.
“Cuando llegué a la calle Ayolas a veinte o treinta metros vi una persona al costado de la calle parado, pero medio encorvado tomándose de la panza o el pecho (Moreyra), no sé bien, porque se encontraba doblado, entonces crucé la calle para acercarme y ver si necesitaba ayuda. Cuando abrí la ventanilla del lado del acompañante vi por el espejo retrovisor que se acercaba un hombre mayor con un arma en la mano, venía rápido. No supe qué hacer. Entonces, en ese momento, vi que este hombre lo da vuelta al chico y le efectúa un disparo”, declaró en sede judicial.
Y siguió: “Había poca luz, el chico cayó en el asfalto al lado del cordón. El hombre este le apuntó de nuevo y le volvió a disparar. En ese momento, me asusté y arranqué, di vuelta la esquina y frené. No sabía qué hacer, no sabía quién era, si ayudar o no. Entonces volví a la escena otra vez y observé cómo mientras el chico levantaba la mano pidiendo ayuda este hombre le volvió a disparar y le empezó a pegar patadas en el piso. Ahí me llamó por teléfono mi esposa preocupada, porque había escuchado los disparos, le dije que llame urgente al 911 y aceleré, me fui”.
Luego, según la declaración del testigo, se fue a trabajar en estado de shock y le contó a su jefe la secuencia que había presenciado y que iba a intentar olvidarlo, pero que declaró: “Hasta hoy no puedo dormir”.
La declaración de este testigo podría ser clave para confirmar en qué circunstancias Ríos mató a Moreyra.