Te retan sin dar el ejemplo

Señor director:
Este lunes llegué al Correo Argentino que funciona frente a la plaza, donde me señalaron la falta de barbijo, pero del otro lado del mostrador lo tenían o colgando de una oreja o con la nariz afuera. Ingresé sin darme cuenta que tenía el barbijo en el bolsillo y ante el pedido de una mujer que trabaja ahí, salí del lugar, me lo puse y volví a entrar. Me tocó ser atendido por esa misma mujer, quien mientras me trataba como si me estuviese haciendo un favor, usaba el barbijo como lo haría mi pequeño hijo de dos años, osea mal.
Federico Acosta