Tan solo 39

Por Juan Martín Garay (*)

Este 10 de diciembre se cumplieron apenas 39 años del inicio formal del gobierno democrático de aquel 1983, año que dio comienzo al período consecutivo más extenso de la vida en democracia que hayamos conocido los argentinos. Y lo digo de esta manera porque en el marco general de todos los años de existencia de nuestra Nación, la particularidad de 39 años es eso precisamente, apenas unos pocos años.

Contexto previo a los 39

En 1976 se produjo en Argentina el último de los golpes de Estado perpetrado por las Fuerzas Armadas y el poder económico liberal. Entre militares y civiles, el Proceso de Reorganización Nacional llevó adelante un gran endeudamiento externo con profundos cambios estructurales en materia económica conducidos por el Ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz. Para ello se puso en práctica un modelo basado en la acumulación rentística y financiera, la apertura externa irrestricta, comercial y de capitales, destruyendo así el aparato productivo local con una marcada desindustrialización y un profundo endeudamiento externo. A partir de ahí todo cambió y nada volvió a ser lo que era en materia económica, aún con las múltiples situaciones y contextos que se dieron a lo largo de nuestra historia. Esto que parece algo del pasado, es un gran condicionante social que aún permanece sin resolverse.

Tal vez podría haber sido otro el desencadenante que llevara a lo inevitable, pero producto de la derrota militar en la guerra de Malvinas, el gobierno de facto perdió todas las esperanzas de mantenerse en el poder y ante un fuerte reclamo multipartidario volvió la democracia. Fruto de la compulsa electoral del momento, en 1983 fue electo Presidente el radical Raúl Alfonsín. La historia reciente de los últimos 39 años es (o debería ser) conocida por todos, de la que cada persona tendrá su propia vivencia desde la cual apreciar la realidad y contexto para emitir su opinión personal.

Actualidad dentro de los 39

Después de todo este tiempo vivido, sentido y experimentado, podemos llegar a afirmar que el sistema democrático se ha ido consolidando cada vez más. A veces con ciertos matices, pero siempre permitiendo el libre pensamiento de ideas y sus más variadas expresiones, junto a las distintas participaciones políticas y sus respectivos proyectos de sociedad o comunidad, según se trate la cosmovisión de vida que se tenga.

Podrá ser discutible la posibilidad de resolución efectiva que se ha tenido respecto de los conflictos sociales, políticos y económicos, pero no se puede desconocer que la democracia consolidada en estos 39 años constituye con sus defectos y virtudes, el mejor método posible que tenemos para abordar la coexistencia de distintos intereses que “cabalgan” sobre la realidad argentina actual.

Cabe un interrogante, ¿en estos 39 años la democracia ha cumplido con sus deberes, alcanzando un grado de madurez suficiente? La respuesta queda para ustedes que gentilmente leen esta columna de opinión. En lo que a mí respecta, opino que, en un análisis apresurado y general, podríamos decir que con sus luces y sombras el sistema ha pasado del debe al haber y viceversa en varios temas claves que hacen a nuestra propia tarea de construcción como Nación. En estos 39 años hemos sido testigos de la existencia de varias conquistas sociales y de derechos que se han alcanzado, pero sigue habiendo muchas deudas, las que van más allá de las económicas en el plano internacional y que condicionan las posibilidades de desarrollo humano.

Camino a los primeros 40

La crisis de representatividad política existente debe ir dando paso a un cambio real, posible, sincero y sin demagogia. No sólo transitar algo declamativo electoralmente en un contexto de elecciones y recambios que se avecinan para el 2023, casualmente el año de los primeros 40 de democracia.

La tarea debería estar consignada y enmarcada en la constante construcción de Nación, pero prestigiando el ejercicio del sano arte de la política en esta joven democracia que aún adolece de muchas cosas. El respeto a la palabra empeñada y el cumplimiento de los compromisos asumidos podrían ser el inicio de un largo camino que permita determinar las prioridades de acciones concretas para avanzar en la resolución de los problemas que aún afectan a muchos compatriotas. Llevando a la práctica criterios de justicia y equidad en la distribución de los bienes sociales como son la educación, salud, hábitat, vivienda, tierra y todo aquello que permita un mejor desarrollo del ser humano en un contexto que contenga pero que además posibilite condiciones dignas de vida y de superación, fundamentalmente de liberación del ser humano; haciendo todo lo posible para que se generen también las condiciones necesarias de mayores ofertas laborales, porque como bien sabemos el trabajo dignifica.

El compromiso

El compromiso moral y patriótico, ante una crisis ética de los argentinos, no sólo de representatividad política, requiere de un deber moral que se traduzca en un convencimiento propio de todo el arco dirigencial, ya sea del mundo de la política, del empresariado, del universo económico, cultural y social, de todos quienes deban asumir valores para cumplir en sus distintos ámbitos. Reflexionemos todos juntos esta tarea que nos permita darnos una nueva oportunidad de prestigiar a la democracia. No sólo por nuestro presente, sino por el futuro de cada uno de nosotros, nuestros semejantes y las generaciones que nos sucedan.

Expresa un antiguo adagio latino: “en lo necesario la unidad, en lo dudoso la libertad, en todo la solidaridad”, en el devenir de estos primeros años de democracia ininterrumpida en nuestra Nación, vemos con claridad que necesitamos llevar a la práctica para el bien de nuestras comunidades este adagio, terminando con cualquier tipo de grieta existente que nos separe o aísle. La solidaridad nos hermana, hagamos el intento juntos y por el bien de todos.

(*) Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Concepción del Uruguay desde el 2019. Presidente de Bloque Concejales del PJ 2017-2019. Presidente Comisión Hacienda y Presupuesto 2015-2019. Decano del Colegio Mayor Universitario de Santa Fe 2003-2004.