Sóftbol: los brotes verdes asoman en el club Itapé

Los primeros entrenamientos del deporte se realizaron en la Defensa Sur, para luego trasladarse al club Itape.

 La disciplina del bate suma adeptos semana a semana y revivió de la mano de un grupo de fanáticos. La idea es conformar un equipo para competir y llegar a los más chicos a través de la escuela.

Por Manuel Iconicoff

Roberto Bahler fue el propulsor de reflotar el deporte.

Durante varios domingos por la mañana de los últimos meses, hubo algo que rompía con lo tradicional del espacio de la Defensa Sur. No rodaba una pelota de fútbol, no era un típico picadito de esos que abundan. Al paisaje de las caminatas por uno de los paseos más concurridos por los uruguayenses, aun en tiempos de pandemia, de cierta manera lo desordenaba un grupo de personas a puro bate, corridas y guanteadas. El sóftbol, una actividad que estaba perdida para estos lugares volvió y al parecer, con ganas de crecer. Un grupo de apasionados de este deporte, fanáticos y no tanto, decidieron juntarse a despuntar un poco el vicio y rápidamente la bola corrió hasta llegar a la actualidad con una treintena de personas en las prácticas.
El domingo pasado dejaron dicho espacio de la Defensa y se trasladaron al club Itapé, institución que sigue peleando para evitar el desalojo. El grupo cuenta con un referente como Roberto Bahler, conocido popularmente en el amiente como el “Mono”, un gran pitcher que vistió durante mucho tiempo la camiseta de la selección argentina y que vivió de este deporte jugando para equipos de los Estados Unidos, Holanda, Dinamarca y Venezuela. El experimentado lanzador desea fomentar el desarrollo de este deporte con un proyecto a largo plazo. La Calle dialogó con Bahler, que se mostró entusiasmado con la chance concreta de formar una escuelita municipal y de un armar un equipo para competir de forma oficial.
¿Cómo fue que empezaron a juntarse a entrenar?
– Mi esposa Julieta tuvo mucho que ver porque hace bastante tiempo que me venía pidiendo que haga algo acá para que mis hijos vean un poco el deporte que hice alguna vez en mi vida. Hay mucha motivación, hay muchas ganas. Estoy sorprendido porque a partir de una cuenta de Instagram se ha acercado gente, se suman a practicarlo. Digamos que empezó todo un día que fui a un negocio de unos chicos que son venezolanos y teníamos amigos en común. Jugué varias veces en Venezuela entonces tengo muchos amigos venezolanos que juegan, entonces quedó la idea de juntarse a guantear en algún momento. Todo esto antes de la pandemia. Después se complicó todo a partir de marzo y obviamente tuvimos que respetar el aislamiento. Cuando se empezaron a abrir las actividades comenzamos a juntarnos en la Defensa Sur. Éramos 4 o 5 y terminamos siendo 25. Hay ex jugadores, chicas que vienen y han jugado alguna vez, otras que lo hacen por primera vez. Si bien empezamos en la Defensa, el domingo pasado practicamos por primera vez en el Club Itapé, lo cual nos dio un ámbito de más contención y de seguridad. Charlamos con la gente de Deportes de la Municipalidad y empezamos a probar en ese lugar y así arrancamos.
¿Cómo se conforma el grupo?
– Tenemos de todo, hay gente que se puso un guante por primera vez ahora, hay otros que ya lo han practicado, grandes, jóvenes, varones y mujeres así que somos un grupo muy variado. Tenemos un chico con síndrome de down que se engancha y le encanta. Es un popurrí de gente que lo hace muy divertido, la pasamos bien.
¿Cuál es la idea de acá en adelante?
– La idea en el 2021 es armar una escuelita municipalidad con la posibilidad de empezar a trabajar con chicos, armar un semillero. He tenido un par de entrevistas por Zoom con los chicos de la carrera de Educación Física de la Universidad de Concepción del Uruguay, porque es fundamental que se conozca el deporte a partir de las clases, como muchos de nosotros lo hicimos. Eso sería una pata fundamental para que crezca este deporte, para que se acerque más gente de manera recreativa y ver si en un futuro lo podemos llevar al ámbito competitivo. Hay mucha gente que nos ha dado una mano, el profesor German Domínguez, es el entrenador de fútbol de Agrario Rocamora, es un apasionado y ha acercado muchos alumnos a practicar; Alejandro y Héctor Hernández que son dos instructores de Venezuela también son parte de este proyecto porque son os que saben cómo dar los fundamentos desde el inicio. La parte mía está más destinada a los lanzadores, a los pitcher porque esa era posición que jugué toda la vida.
¿Cómo te tiene esta faceta de enseñanza?
A mi enseñar me encanta, he dado muchas clínicas de lanzamiento de pelota en Gualeguay, Concordia Colón, etc y me encanta, aunque la parte mía es muy específica, muy direccionada a los lanzadores. Hablo mucho con el técnico de picheo de la selección argentina, es muy amigo mío e intercambiamos mensajes acerca de las diferentes técnicas de lanzamiento. Siempre fui muy autodidacta, filmaba jugadores de otros países para tratar de copiarles.
En este reflote del deporte en la ciudad que describís ¿Tuvo algo que ver el campeonato mundial de mayores que ganó la selección argentina el año pasado?
-Con respecto a eso, Argentina salió dos veces campeón mundial en juveniles y recién después el corolario de todo eso fue el campeonato mundial en República Checa el año pasado. Eso siempre ayuda, los títulos. Me parece que podría haber servido para meterlo en la currícula de educación física de los colegios. Creo que básicamente esa es la ventaja que tiene Paraná sobre el resto de las ciudades es hace más de 30 años la capital nacional del softbol. Muchos de los chicos que empiezan a practicar este deporte en Paraná es porque lo conocieron en la escuela. Es muy fuerte el softbol en los colegios en la capital, ahí es donde tienen el primer contacto y después se acercan a los clubes. Hoy debe haber fácilmente ocho clubes con equipos de primera división, juveniles, cadetes. Siempre es importante el primer contacto con este deporte. Acá en la ciudad lo hizo mucho en su momento el profesor José Elola, Miguel Varela y ni hablar del profe Bousenard que fue un estandarte. La idea es reflotarlo, con un trabajo a mediano y largo plazo; enseñarles a los chicos la parte técnica desde temprano, que adquieran los buenos hábitos.
¿Qué es lo que se necesita actualmente?
Siempre se necesitan elementos, guantes, pelotas, bates. Lo ideal sería armar una bolsa con veinte guantes, cinco bates y demás; pero todo a su tiempo, eso va a ser parte del proyecto, hacernos de los elementos para que todos los chicos puedan practicar