Sin novedades del lamentable robo en la Escuela 116

En épocas donde todo cuesta, duele ver imágenes del violento robo y destrozo en una escuela.

En épocas donde todo cuesta, duele ver imágenes del violento robo y destrozo en una escuela.

La comunidad educativa de la escuela uruguayense N°116 Cabo Carlos Missael Pereyra, ubicada en la esquina de calles Bourband y Alfonsna Storni, sigue sin recibir respuestas alentadoras; luego de que sus instalaciones fueron violentadas e invadidas por un grupo de ladrones, quienes robaron todos los elementos que encontraron y pudieron cargar.
De acuerdo a lo que pudo reconstruir La Calle; los delincuentes aprovecharon la soledad que presentaba el establecimiento educativo durante la madrugada de ayer, para llegar hasta el lugar sin ser advertidos por nadie y mediante un trabajo silencioso pudieron retirar una reja, lo que les permitió el ingreso para consumar el robo.
Según revelaron fuentes allegadas a la institución emplazada en la zona norte de la ciudad, los ladrones se llevaron elementos de cocina de vital importancia para el funcionamiento del comedor escolar; que suele ser el sostén alimenticio de un nutrido grupo de vecinos, quienes llegan hasta el lugar a diario para recibir una porción de comida.
Vecinos de la zona que dialogaron con un cronista de este medio, aseguraron no haber escuchado nada y se vieron sorprendidos por la situación, ya que es de público conocimiento el trabajo social que realiza la institución en inmediaciones del barrio planta Emisora.
Con la intención de conseguir información que permita a encontrar los elementos robados, desde la escuela recomendaron estar alertas sobre posibles ofrecimientos de un microondas, una pava eléctrica, compoteras, una radio y cubiertos de cocina en general.
El funcionamiento del comedor estará con serias complicaciones, ya que los ladrones atacaron las alacenas donde se almacenaba la comida y se llevaron los alimentos que había. Por otro lado, los delincuentes intentaron ingresar a la sala de computación, pero no llegaron a lograr su cometido, ya que al parecer el horario les habría jugado una mala pasada, debiendo abandonar el lugar para no ser descubiertos. Esto quedó confirmado al examinar el edificio y encontrar signos de violencia en el ingreso al gabinete de computación. Al cierre de esta edición, la agentes de la policía trabajaban para intentar determinar lo ocurrido, tras la denuncia radicada el mismo martes.