A nivel nacional informaron el grave impacto ambiental que se ha producido en el Delta Paraná.
La vuelta de los incendios antecedió en algunos días el anuncio provincial de un nuevo centro operativo en Puerto Gaboto que “permitirá duplicar la cantidad de ataques a los focos ígneos que realizan los aviones y helicópteros hidrantes”. También sumarán medio centenar de brigadistas para contener el avance de las llamas en el humedal frente a las costas santafesinas. Desde enero, de acuerdo al parte del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, se quemó en el delta del Paraná una superficie equivalente a la de 15 ciudades de Rosario. Y se desataron más de 31 mil focos, según el seguimiento del Museo Scasso de San Nicolás. “Desbordada, fuera de control”, calificaron la crisis ambiental desde el colectivo El Paraná no se Toca. Y pese a valorar el esfuerzo de los especialistas y los recursos aportados por Nación, insistieron en lo que está a la vista: “No alcanza”.
Los mapas satelitales del portal Firms de la Nasa y el relevamiento del Museo Scasso dan cuenta del retorno de los incendios tras un respiro dado por las lluvias en agosto. El reporte del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) de las 10 del martes 22 de septiembre cuantifica en 265.100 hectáreas la superficie arrasada por las llamas desde enero en el delta del Paraná. Casi 15 veces la superficie de la ciudad de Rosario. El informe agrega que operan en la región dos aviones hidrantes y uno observador del SNMF, dos helicópteros del Ejército. Agrega que trabajan brigadistas de Parques Nacionales, otros forestales de Policía Federal y pares del Ejército.
“Tenemos 25 brigadistas trabajando desde Alvear y otros 28 desde la nueva base operativa ubicada entre Puerto Gaboto y Oliveros”, coincidió este martes el director de Protección Civil, Roberto Rioja. El funcionario señaló que el nuevo centro de maniobras les permite acceder más rápido a las zonas afectadas en las que, admitió, hay “muchas viviendas que pueden correr riesgo”. Jorge Bártoli, integrante de El Paraná no se Toca, precisó que entre el primer y segundo día de la semana los focos se concentraron a lo largo de la traza de la conexión Rosario-Victoria, “hasta el kilómetro 25”. La situación, estimó, está otra vez “desbordada, fuera de control” pese a la presencia y trabajo de los brigadistas y los aportes de Nación para, junto a personal provincial de Santa Fe y Entre Ríos, contener las llamas reavivadas.
“Los incendios intencionales constituyen un importante agente de perturbación de los ecosistemas que afecta millones de hectáreas cada año”, comienza un informe publicado el viernes pasado por el Instituto Nacional de Limnología del Conicet y la Universidad Nacional del Litoral. “Esta práctica se realiza principalmente para promover el rebrote para la alimentación de bovinos, como una forma de controlar grandes incendios naturales al impedir que se acumule material vegetal seco o como un medio para regular el desarrollo de plagas que dañan las cosechas. Los problemas graves se generan cuando estos incendios, acentuados por intensas sequías, se vuelven ingobernables, como está ocurriendo actualmente en gran parte de nuestro país, afectando a los ambientes, su biota y la salud humana”, alerta el texto, que enumera los daños al ambiente y la salud humana de esas acciones irresponsables.